
El paso de una novia vestida de blanco por las calles de Itagüí a bordo de una tractomula captó la atención de vecinos y transeúntes, quienes presenciaron una escena poco habitual en el municipio antioqueño.
La protagonista, sonriente y serena, eligió como transporte nupcial el mismo tipo de camión que su pareja conduce diariamente como parte de su trabajo en el sector de carga, y así recorrió el trayecto hasta la Parroquia María Madre de la Iglesia de El Guayabo.
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El gesto, que fue recibido con aplausos y muestras de admiración por parte de quienes se encontraban en el lugar, se convirtió en un símbolo de sencillez y autenticidad.
La elección de la tractomula, lejos de los vehículos lujosos tradicionalmente asociados a las bodas, fue interpretada como una declaración de amor genuino y una celebración de la vida cotidiana de la pareja.
La llegada de la novia en el camión generó comentarios positivos entre quienes observaron la escena, ya que valoraron la naturalidad y el significado personal del acto.
En redes sociales, la historia se viralizó rápidamente y los usuarios no tardaron en expresar su opinión sobre la singularidad del evento.
Algunos destacaron el contraste entre la humildad del gesto y el valor del vehículo, como lo reflejó un comentario: “No hacen falta lujos, pero llega en un carro de mil millones jajajajaja”. Otros mensajes se centraron en la belleza de la escena y en los buenos deseos para la pareja: “Yo me encontré con esa mula ese día y quedé enamorada de lo hermosa y bellísima que es. Dios los bendiga”, escribió una usuaria.
La presencia de la tractomula fue motivo de elogio no solo por su valor económico, sino también por el simbolismo que encierra para quienes viven de la carretera. Un internauta lo resumió así: “Esa tractomula es un verdadero lujo, no solo por su millonario costo, también se le suman los lugares que se pueden conocer en esa belleza, además rompen las tradiciones de siempre alquilar un vehículo viejo”.

De este modo, la pareja desafió las convenciones y convirtió su boda en un homenaje a su propia historia y a la cotidianidad compartida.
Tras el video viral, varias personas reconocieron el vehículo en el que se transportaron como “la mística”, una tractomula que cuenta con una comunidad de seguidores en redes gracias a que su dueño muestra de cerca sus recorridos y aventuras en la cuenta @salantoniocarmona.
Allí ofrece a sus seguidores un vistazo a los trayectos que realiza por el país, las dificultades que enfrenta en las rutas y las rutinas diarias asociadas al transporte de carga.
La identidad de los protagonistas de este singular evento también ha sido motivo de conversación en la red social. Diversos usuarios identificaron al novio como @beto21guzman98, un camionero con una presencia digital consolidada, quien, según sus propias publicaciones, se comprometió en julio de este año.
La novia, por su parte, es @sararestrepo487. Tras la boda, la pareja aún no ha compartido más imágenes del evento en sus redes sociales, lo que ha incrementado la curiosidad de sus seguidores.

Este episodio ha traído a la memoria otros casos en los que novias han optado por medios de transporte poco convencionales para llegar a su boda.
Hace dos años, en el departamento del Huila, una mujer eligió un bus de transporte público para arribar a la iglesia, como muestra de admiración por la labor de su esposo. Más recientemente, en México, una novia también eligió una tractomula para su llegada al altar.
Estos acontecimientos ponen de manifiesto que, en ocasiones, las costumbres tradicionales asociadas a los matrimonios pierden relevancia frente a gestos que reflejan el afecto y la admiración entre las parejas.
