Cuatro alumnos resultaron heridos -uno de ellos con lesiones de gravedad e internado en el hospital Gutiérrez con pronóstico reservado- luego de un experimento fallido durante una feria de ciencias en el colegio Guadalupe, en el barrio porteño de Palermo. Un hecho similar había ocurrido días atrás en una escuela de Pergamino. Al respecto, la especialista Mariel Ingeis explicó, en diálogo con LN+, en qué consiste el volcán escolar y por qué salió mal.
La licenciada y profesora de Ciencias Químicas por la Universidad de Buenos Aires (UBA) afirmó: “Los volcanes más tradicionales que se hacen en el ámbito escolar son volcanes que no usan fuego. Por ejemplo, en la primaria, se hacen con bicarbonato y vinagre».
Y continuó: “O volcanes que llevan agua oxigenada y algún activador como levadura. Y esa espuma hace las veces de lava, es decir, completamente inofensivo”.
Por qué fallaron los experimentos en los colegios de Palermo y pergamino
“Ni lo que pasó en el colegio Guadalupe ni en Pergamino fueron volcanes”, subrayó Ingeis, al tiempo que precisó: “En el primer caso porque se utilizó alcohol etílico, y en el segundo, porque se produjo pólvora. Y estas prácticas hacen que un volcán se convierta en un mechero, algo muy peligroso para practicar en un aula”.
“En ambos casos lo que ocurrió fue que se generó presión y, al aumentar la cantidad de gases, se produce la explosión”, detalló la especialista.
Al hablar específicamente de lo ocurrido en la institución educativa de Palermo, Ingeis sostuvo: “Utilizaron el alcohol de forma poco cuidadosa. Se pudo haber derramado en los brazos de algún alumno, en su ropa o hasta en un banco laqueado, que no son ignífugos. Y todos son elementos transmisores”.
“Desde mi experiencia personal, a partir de lo que nos da el ministerio de Educación para preparar currículas, el experimento del volcán es una herramienta para afianzar conocimientos, para explicar. No es broma”, profundizó la experta.
“Lo importante es prevenir. De estas cosas no se charla o se capacita una única vez. Es como cuando nos subimos al avión: nos lo repiten cientos de veces“, cerró Ingeis.
La gestión de riesgos, un factor elemental
Según Ivana Bonofiglio, licenciada y profesora de Química en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), “los docentes de química siempre tienen que hacer un curso de gestión de riesgos. Es elemental tener un vademécum con fichas de seguridad para saber cómo manipular los instrumentos, cómo hacer la combustión o si están empleando sustancias corrosivas”.
En palabras de Bonofiglio, «el experimento del volcán se hace mucho, pero no es una combustión, es una liberación de gases. Por eso, si se lo hace correctamente, no es peligroso”. Para la docente, “en una feria de ciencias escolar, bajo el reglamento del ministerio de Educación, experimentar con pólvora está prohibido”.
Otro aspecto importante a la hora de realizar estos ensayos es contar con el material de contingencia adecuado. “Por ejemplo, un kit antiderrame o mantas ignífugas”, enumeró la profesional. “Como sea, si en una escuela se deciden hacer estos experimentos, los alumnos siempre tienen que estar alejados”, concluyó Bonofiglio.