La economía de Houston comenzará a sentir el impacto directo de la suba de tarifas y la caída del precio del crudo durante el verano, según Ed Hirs, economista energético y profesor en la Universidad de Houston. Aunque las consecuencias todavía no se reflejan plenamente, la inversión se paralizó y las empresas ya prevén despidos.
El petróleo barato retrasa el golpe, pero no lo evita
Los aranceles del 10% sobre el petróleo crudo importado desde Canadá y México no generaron un aumento inmediato en los precios del combustible, en parte debido a la caída global en el valor del barril.
La cotización del West Texas Intermediate descendió de 80 a 62 dólares por barril en solo tres meses. Para Hirs, de acuerdo a Houston Public Media, este descenso equilibra temporalmente el efecto de las tarifas, pero el impacto negativo ya se siente en el plano macroeconómico.
Las refinerías del área de Houston reciben cerca de 1,5 millones de barriles diarios desde Canadá. Si se elevara el arancel al 25% o 35%, o si se cortara el suministro, el precio de la gasolina aumentaría de forma inmediata, sostuvo el economista.
Por ahora, la baja actividad mantiene bajo control el precio al consumidor. Pero Hirs advirtió que el deterioro económico se profundizará en los próximos meses, con efectos visibles más allá del sector energético.
Las causas de la posible recesión: inversión frenada y planes de despido
“La inversión ya se detuvo en gran medida porque las empresas no saben qué esperar del futuro”, explicó Hirs. Para el especialista, la incertidumbre se convirtió en el mayor freno para el crecimiento económico, una situación que se agrava con las políticas impositivas implementadas por el gobierno de Donald Trump.
La combinación entre tarifas a las importaciones, bajos precios del crudo y mayores costos por el arancel del 25% al acero impacta directamente sobre los planes de expansión. “La gran mayoría dijo que necesita US$70 o más por barril para justificar nuevas perforaciones, especialmente en pozos horizontales”, explicó Hirs.
Con valores por debajo de esa cifra, la mayoría suspende proyectos o recorta operaciones. “Si los precios bajos se mantienen durante todo el segundo mandato de Trump, como ocurrió en el primero, la industria nacional definitivamente se contraerá”, agregó.
El verano marcará el inicio de la recesión en Houston
Según las proyecciones de Hirs, la recesión en Houston comenzará durante el verano de este año. Las empresas petroleras reducirán la actividad de perforación, lo que afectará a las firmas tecnológicas del sector, muchas de las cuales tienen base en la ciudad.
Aunque los pozos ya activos probablemente seguirán funcionando, la desaceleración en nuevas perforaciones será inmediata. Sin embargo, Hirs estima que el impacto no se limitará al sector energético.
“Houston tiene muchas empresas manufactureras que dependen de cadenas de suministro funcionales”, explicó el especialista. La actividad del Puerto de Houston sufrirá una merma tanto en la entrada como en la salida de productos, y la incertidumbre golpeará con fuerza a la logística, el transporte, el comercio y el turismo.
¿Cómo en 2008? El riesgo de una crisis más profunda
Para el economista, la caída del consumo, la política migratoria y la reducción del empleo público agravan el panorama. “Sin un giro en la estrategia económica, podríamos enfrentar una recesión tan severa como la de 2008”, advirtió.
Aunque no hay una fecha oficial, los pronósticos apuntan a una recesión nacional hacia fines de 2025, según publicó Forbes. En el caso de Houston, Hirs considera que el deterioro comenzará antes: “Sin duda parece que vamos a tener una recesión este año. Las cosas se desacelerarán bastante este verano“.
La conjunción de factores locales y federales, que incluyen aranceles, precios bajos del petróleo, incertidumbre política y reducción del gasto público, llevará a una contracción económica acelerada, según el especialista en economía. “La incertidumbre es el enemigo de los mercados financieros”, sentenció Hirs en diálogo con Houston Business Journal.