El artefacto que fue lanzado por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) el 31 de marzo de 1972 y recientemente mantuvo en vilo a todo el mundo, en especial a la comunidad aeroespacial por su inminente reingreso a la Tierra, finalmente cayó sobre el mar. La sonda Cosmos 482 fue enviada al espacio con el objetivo de explorar el planeta Venus; sin embargo, nunca logró completar su misión porque no llegó a destino.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) confirmó que la sonda Cosmos 482 reingresó a la atmósfera terrestre este sábado 10 de mayo, a las 06:24 UT (03:24 en Argentina), sobre el océano Índico. Específicamente, al oste de Yakarta, Indonesia. Como la nave fue diseñada para resistir la entrada en la atmósfera de Venus, “es posible que haya sobrevivido a la reentrada”, indicaron.
Por su parte, la agencia espacial rusa llamada Roscosmos también confirmó la entrada de Cosmos 482. A través de su canal de Telegram, indicaron: “Luego del paso de la sonda más al este de Puerto Rico y sobre las Antillas Menores, continuó en esa última órbita hacia Europa y, posteriormente, cayó sobre el océano Índico, a 560 kilómetros al oeste de la isla de Andamán Medio, cerca de las 2:24 am AST (6:24 UT) del sábado 10 de mayo”.
El ingreso de la sonda a la Tierra generó un alerta a nivel mundial porque fue construida especialmente para soportar fuertes presiones y cambios atmosféricos para poder llegar a su destino, el planeta Venus. Esto preocupaba mucho a la comunidad espacial, dado que no se podía desintegrar, desprender o incluso quemar al ingresar en la atmósfera, como sucede con otros objetos que provienen del espacio. Entonces, de esta manera, si caía en una ciudad podría haber generado un caos o una catástrofe.
Según información brindada por la NASA, Cosmos 482 medía un metro de diámetro y pesaba 495 kilos. Además, contaba con una cubierta superior que se supone que se desprendió y desplegó un paracaídas de 2,5 metros. Su instrumentación incluía sensores de temperatura, presión y densidad, así como un acelerómetro, un radioaltímetro, un anemómetro, un espectrómetro de rayos gamma, un analizador de gases, fotómetros visibles y transmisores de radio.
Lo que se sabe con certeza es que la sonda soviética se separó en cuatro partes, dos de las cuales permanecieron en órbita baja terrestre y se desintegraron en 48 horas tras haber ingresado al espacio; y otras dos (presumiblemente la sonda del módulo de aterrizaje y la unidad de motor de la etapa superior desprendida) que entraron en una órbita más alta. Además, se cree que una falla provocó que el motor se quemara, por lo que no alcanzó la velocidad suficiente para el traslado a Venus y dejó la carga útil en esta órbita elíptica terrestre. Es que, desde ese momento, la nave siguió una órbita casi circular sobre la Tierra.
Antes de Cosmos 482, la URSS ya había lanzado al espacio dos artefactos más llamados Venera 7 y 8, que tenían un diseño y un plan de misión idénticos. Estos últimos dos sí lograron completar la misión de explorar Venus y fueron las dos primeras naves espaciales en aterrizar con éxito en 1970 y 1972, respectivamente.