Lejos de ser una película de ciencia ficción, en China se realizó un primer torneo oficial de kickboxing entre robots humanoides. La competición se organizó en la ciudad de Hangzhou y reunió a unidades del modelo Unitree G1 desarrolladas por la empresa Unitree Robotics.
El evento, que fue comparado con la película Gigantes de acero protagonizada por Hugh Jackman, aunque con dispositivos más pequeños, tuvo la participación de cuatro robots G1 fueron los protagonistas de una serie de peleas que se transmitieron en vivo por la televisión estatal.
Cómo fue la pelea entre robots
A pesar de su apariencia robótica y movimientos precisos, los combates no eran resultado de decisiones autónomas. Cada robot estaba controlado en tiempo real por un equipo de operadores humanos que empleaban controladores manuales para dirigir las acciones de las máquinas. Este método, preferido por sobre el control de voz o sensores de movimiento, otorgaba una respuesta inmediata durante las peleas.
Los duelos, que consistieron en tres rondas de dos minutos cada una, mostraron a los robots ejecutar una serie de movimientos que incluían cruzados, ganchos, patadas y rodillazos con una sorprendente agilidad.
Los combates fueron evaluados por jueces en varios aspectos técnicos como la precisión en los golpes, estabilidad en movimiento y capacidad de recuperación tras una caída. En este último aspecto, se exigía que los robots se reincorporaran en menos de ocho segundos, replicando la dinámica de un boxeador profesional.
Cuál es la tecnología detrás de estos robots
El modelo G1, con 1,32 metros de altura y un peso de 35 kilogramos, representa un avance en la aplicación de inteligencia artificial, biomecánica y control de movimiento. Equipados con un sistema que ofrece 23 grados de libertad, estos robots son capaces de reaccionar en tiempo real gracias a sensores LiDAR 3D, cámaras de profundidad y una CPU de ocho núcleos.
Esta infraestructura les permite procesar datos de manera eficiente mientras anticipan y responden a movimientos del oponente.
Cada una de sus articulaciones, capaces de ejercer una fuerza de torsión de hasta 120 newton-metro, es esencial para realizar los complejos movimientos requeridos en el combate. Además, los creadores de estos robots han trabajado en el desarrollo de algoritmos de control de movimiento, habilitando a los G1 para gestionar estímulos visuales con alta precisión y adaptarse a cambios en su entorno.
Los robots G1 de Unitree, que tienen un costo de 16.000 dólares, han participado previamente en otros escenarios, desde resolver cubos de Rubik y ejecutar coreografías de kung-fu, hasta interactuar con humanos en simulaciones de defensa.
Para qué sirven las peleas de robots
Además de ser un evento de entretenimiento, estos torneos sirven como plataformas para medir los avances tecnológicos bajo condiciones exigentes. Tian Feng, exdecano del Instituto de Investigación de la Industria de Inteligencia de SenseTime, afirmó que más allá del entretenimiento, estos eventos ayudan a proyectar el potencial comercial de la robótica, abriendo puertas a aplicaciones que van desde la asistencia en fábricas y hospitales hasta la exploración en zonas de desastre.
Con vistas al futuro, los organizadores anunciaron que próximos torneos incorporarán funciones más autónomas en los robots, buscando que actúen sin intervención directa de los operadores humanos. Este avance espera nutrir las capacidades de las máquinas para adaptarse a situaciones dinámicas independientemente, en un sector de la industria que se prevé crezca su valoración a los 120.000 millones de dólares para el año 2030.
El impacto del torneo ha sido tal que ya se prevé una nueva edición en diciembre en Shenzhen, donde se espera que participen robots humanoides de tamaño real. Este evento, organizado por EngineAI, buscará consolidar los avances en autonomía y permitir combates sin intervención humana directa.