Después de cuatro días de intensa búsqueda, efectivos de la Prefectura Naval Argentina encontraron sin vida el cuerpo de Agustín Ovando, el niño de tres años que estaba desaparecido desde el martes con su padre, de quien aun se desconoce su paradero. Los restos del bebé fueron hallados a tres kilómetros de donde estaba la lancha en la que circulaban.
Según informó el medio local El Litoral, Ovando fue encontrado a través del uso de mallas en un sector del río Paraná ubicado al norte de Puerto Reconquista. De esta manera, se mantiene como principal hipótesis que el niño cayó al agua en la zona cercana al canal de navegación.
Mientras tanto, los efectivos continúan con el operativo para encontrar a Pablo Ovando, el padre de Agustín, y quien se dedicaba a la guía de pesca. Por el momento, trabajan buzos tácticos de la Prefectura Naval Argentina, además de pescadores en la zona para encontrarlo.
Tal como reconstruyó LA NACION, ambos habían salido a a navegar en su yate por el río Reconquista, afluente del Paraná, a 330 kilómetros al norte de la capital. Testimonios afirmaron que el último contacto que Pablo Ovando y su hijo tuvieron con su familia ocurrió alrededor de las 14:30 del martes, y ante la falta de respuestas en varios intentos por comunicarse vía celular y por el dispositivo propio de la embarcación, y al no regresar como estaba previsto, comenzó la búsqueda.
Este miércoles, en las primeras horas de búsqueda, los efectivos se dirigieron hacia la zona San Jerónimo, conocido como “El Palma”, donde encontraron la embarcación anclada en medio del río con los salvavidas aún a bordo, donde, dos días más tarde, encontraron al menor.
Ayer, un amigo de la familia expresó: “No hay un elemento fehaciente sobre lo que pudo haber ocurrido. Evidentemente, o se tiraron al agua y desaparecieron, o alguien, por causas que desconocemos, los alejó del lugar. Todo es raro por el momento, especialmente porque Pablo conoce cada rincón del río. La esperanza está puesta en que padre e hijo hayan logrado refugiarse en alguna zona de islas tras un posible accidente con la embarcación”.
Pablo Ovando, un reconocido guía de pesca, que, además, es propietario de una empresa llamada Pirayú Excursiones, es ampliamente conocido en la región por su trabajo en turismo y por su compromiso con la promoción del humedal Jaaukanigás como destino. También es deportista de la motonáutica e impulsor de diversas competencias.