Un hombre identificado como Darwin Sánchez, de 36 años, fue hallado sin vida en inmediaciones del río Minero, en el corregimiento de Chorreras, municipio de Muzo, Santander, tras desaparecer durante una jornada de búsqueda de esmeraldas.
El caso, que generó consternación entre habitantes y trabajadores del sector, se registró el jueves 14 de agosto y activó un amplio operativo de búsqueda dirigido por organismos locales de emergencia.
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De acuerdo con el reporte publicado por Vanguardia, Sánchez había decidido explorar la zona del río junto con dos familiares con el propósito de extraer esmeraldas, práctica frecuente en regiones del occidente de Boyacá y el occidente santandereano donde confluyen actividades legales e informales de minería de piedras preciosas.
Según la familia, los tres se separaron en diferentes trayectos para aumentar las probabilidades de hallazgo, pero horas más tarde, uno de los allegados se percató de su ausencia.
Tras varias horas sin noticias y sin encontrarlo en los alrededores, los familiares decidieron dar aviso a las autoridades y a los organismos de socorro. La alerta llevó a la Policía y al Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Muzo a desplegar una intensa búsqueda por todo el sector del río Minero, una zona caracterizada por sus corrientes y la dificultad de acceso debido a la vegetación y las condiciones geográficas.
Luego de más de seis horas de búsqueda, el cuerpo sin vida de Darwin Sánchez fue localizado por los equipos de rescate, que procedieron al levantamiento y traslado del cadáver a la morgue municipal, en presencia del personal judicial. Hasta el momento, las autoridades no han precisado las causas exactas del fallecimiento, por lo que Medicina Legal inició los análisis forenses necesarios para esclarecer si se trató de un accidente, ahogamiento u otro tipo de evento.
El hecho ha generado preocupación entre los mineros artesanales de la zona, quienes advierten sobre los riesgos crecientes de la actividad, tanto por la fuerza del afluente como por la informalidad y la falta de medidas de seguridad. El río Minero es conocido por concentrar a decenas de personas que día tras día buscan fortuna extrayendo esmeraldas, una práctica que a menudo se realiza sin equipo de protección ni acompañamiento adecuado.
Las autoridades han pedido a los mineros que refuercen la precaución, eviten ingresar solos a zonas remotas y notifiquen con anticipación a familiares o brigadas de rescate. La comunidad, por su parte, lamenta la pérdida y solicita mayores controles y campañas preventivas en la región para evitar nuevas tragedias.
Creciente súbita en el río Salazar deja tres muertos y dos desaparecidos en Norte de Santander
Una creciente súbita en el río Salazar, en el municipio de Salazar de las Palmas, Norte de Santander, dejó un saldo trágico de tres personas muertas y al menos dos desaparecidas, según confirmaron las autoridades locales el sábado 9 de agosto.
El evento, ocurrido durante la tarde del viernes, tomó por sorpresa a trabajadores y pobladores que se encontraban cerca del afluente, en una zona conocida por el desarrollo de labores agrícolas y pecuarias.
Varias personas fueron arrastradas por la fuerza de la corriente mientras cruzaban áreas cercanas al río o realizaban faenas cotidianas. Los equipos de respuesta de la Unidad Departamental de Gestión del Riesgo, la Defensa Civil y el Cuerpo de Bomberos de la región fueron alertados y acudieron de inmediato al sitio para iniciar operaciones de búsqueda y rescate. “Fue una situación completamente inesperada, la corriente aumentó en minutos y arrasó con todo lo que encontró a su paso”, relataron testigos.
Hasta la mañana del sábado fueron recuperados tres cuerpos, identificados por familiares y trasladados hasta la morgue municipal de Salazar de las Palmas. Mientras tanto, las autoridades mantenían la búsqueda activa de otros dos desaparecidos, aunque las condiciones climáticas y la compleja topografía de la zona dificultaban el acceso de los rescatistas a varios puntos del cauce.
Las víctimas habían sido sorprendidas realizando distintos trabajos en fincas aledañas o, en algunos casos, cruzando puentes improvisados y caminos anegados por las lluvias de los días anteriores. Vecinos y trabajadores recordaron que el caudal del río Salazar suele aumentar rápidamente durante la temporada de aguas, pero advirtieron que pocos estaban preparados para un repunte tan repentino y con tanta fuerza.
Las autoridades emitieron recomendaciones a la población local para extremar las precauciones en este tipo de zonas, especialmente durante la temporada de lluvias, y solicitaron reportar cualquier situación de emergencia a las líneas de atención habilitadas.