No sucedió en Qatar y tampoco ocurrirá en la triple sede de 2026. Un año antes ya se puede afirmar que no habrá un nombre estelar ausente, como ocurrió con Claudio Caniggia en el ‘98, o Juan Román Riquelme y Javier Saviola en el 2002, o Juan Sebastián Verón en el 2006, o Javier Zanetti en el 2010, o Carlos Tevez en el 2014, o Lautaro Martínez en 2018… Ninguna figura se perderá el Mundial, pero varias segundas guitarras sí lo tendrán que seguir por TV. ¿Caprichos de Lionel Scaloni? No, al contrario, para él se volverá un dolor de cabeza: le sobran opciones. Todos presionan, todos aprovechan sus minutos, casi ninguno decepciona. Fútbol y corazón, ningún pasaje del juego es decorativo.
¿Cuántos campeones del mundo no estarán en la defensa del título? Di María, Armani, Acuña, Pezzella, ‘Papu’ Gómez, Guido Rodríguez y Ángel Correa, hoy. Siete piezas. Quizás serán ocho, con Dybala. ¿Y Otamendi? Ya tendrá 38 años en la Copa, pero es un símbolo del ciclo y con él se podrían ampliar los márgenes de evaluación. ¿Foyth y Montiel? Dependerá de que las lesiones los dejen en paz y tengan continuidad en el año final. Un escenario idéntico para Lisandro Martínez. Nombre más, nombre menos, habrá alrededor de 10 casilleros libres dentro de la nómina definitiva de 26 (una ampliación en tiempos de Covid que llegó para quedarse… y beneficiar a los poderosos).
Pero, ¿cuántos aspirantes a sus lugares aparecieron desde Qatar a la fecha? Muchos más que una decena, por eso no es apresurado asegurar que algunos de los apellidos que por estos meses suman minutos y entusiasman, no estarán en la Copa 2026. Será inevitable. En el arco parece más claro el horizonte porque se perfila Walter Benítez. Solo en el fondo el recambio es apretado, con Leonardo Balerdi bien posicionado, con Facundo Medina –también es una alternativa como zaguero–, con Lomónaco asomándose y con Valentín Barco como variantes para el lateral izquierdo. En la banda derecha la fábrica del campeón del mundo no produjo un nuevo 4. Un déficit inquietante si Montiel no se relanza.
Desde el mediocampo se destapa la abundancia. Especialmente de corte ofensivo, porque aparecen Nico Paz, Giuliano Simeone, Valentín Carboni, Facundo Buonanotte, Emiliano Buendía, el ‘Diablito’ Echeverri, Soulé, ‘Taty’ Castellanos, Beltrán, Garnacho, Santiago Castro, Benjamín Domínguez… y la joya Mastantuono.
Y sin olvidarse que el hoy imperial Thiago Almada viajó en el último segundo a Qatar, y que Lo Celso y Nicolás González esperan la revancha tras quedarse afuera por lesiones en el umbral del torneo. La balanza comercial de la Argentina es superavitaria desde que luce la corona: los rendimientos que generó la selección han sido muy superiores a sus pérdidas.