La estadounidense Marina Fisher fue atacada en una tienda de Goodwill, en el estado de Georgia, por hablar español con una amiga originaria de Puerto Rico. La mujer realizaba una compra cuando otra clienta americana se acercó a pedirle que hablara en inglés y llamó presuntamente al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). “Te deportarán”, la amenazó.
Es estadounidense y fue atacada por hablar en español
Marina Fisher, ciudadana estadounidense de cuarta generación, conversaba en español con su amiga puertorriqueña en la tienda de artículos de segunda mano cuando otra cliente americana, identificada como Betty Jones, se acercó a pedirle que hablara inglés y llamó a las autoridades para pedir que la deporten.
Fisher se encontraba en la sección de electrónica agachada y conversaba con su amiga sobre un set de parrilla. Al decir que era “bonito y se veía casi nuevo” en español, Jones se agachó a su altura y le apuntó: “Tienes que hablar inglés. Esto es América. Hablamos inglés en este país”.
La estadounidense de raíces latinas se levantó y, según relató en un video que compartió en TikTok, le respondió “tú te callas”. Ante lo que la otra clienta la amenazó: “Voy a llamar a ICE, te deportarán”.
“Fue entonces cuando saqué mi teléfono y ella dijo ‘Tienes que hablar inglés en este país’”, recordó Fisher. En el video grabado por la propia víctima, se escucha cómo Jones le repite molesta:“Estamos en América, nosotros hablamos inglés”. A lo que Marina responde: “Yo hablo inglés”, en el mismo idioma.
Jones tomó su teléfono y se comunicó con alguien, presuntamente con las autoridades migratorias, a quienes les describió dónde se encontraba y les aseguró que había “ilegales” en el sitio, refiriéndose a Marina y a su amiga.
“Me sorprendió. Mi mente trataba de procesar la situación y saber cómo manejar esto con gracia, con dignidad para no lucir como loca y ser expulsada”, expresó Fisher sobre la situación.
Marina nació en Houston, Texas, es madre soltera de tres niños y ni siquiera sus abuelos son latinoamericanos. Según explicó, su madre también es de Houston, su abuela nació en Texas en 1936 y su bisabuela nació en 1919 también en el Estado de la Estrella solitaria. “Mi familia en realidad migró aquí a finales de la década de 1890″, apuntó.
En declaraciones a Univision, Fisher señaló que Jones es una maestra retirada, lo que hace aún más preocupante este tipo de actitudes. “Me da más tristeza por nuestros hijos, porque ya tienen miedo de hablar su idioma. Ya tienen miedo de hablar español en la escuela”, lamentó.
De acuerdo con los trabajadores de Goodwill, la mujer había protagonizado un altercado similar con otros clientes hispanos el día anterior a su incidente con Fisher.
Una “experiencia racista”
Fisher compartió el video original en redes sociales, donde recibió apoyo de diferentes usuarios. Luego subió otras dos publicaciones en las que explicó la situación y señaló que el español es su segundo idioma y que lo aprendió para comunicarse con sus amigos de la comunidad hispana.
“Lo que viví en Goodwill fue claramente una experiencia racista. Mi corazón está conmovido por todos los mensajes sinceros que he recibido, por el apoyo y por las personas que han alzado la voz en mi defensa frente a este tipo de racismo. Nadie debería tener que pasar por algo así”, manifestó en una publicación.