“La tercera es la vencida”, afirma el dicho popular. Sin embargo, para una joven colombiana su tercer intento de obtener la visa para viajar a Estados Unidos terminó igual que las dos veces anteriores: con un rechazo. Aunque toda la información que había completado en sus formularios era cierta y reunía las condiciones para que le aprobaran el trámite, durante la entrevista se paralizó y todo le salió mal. “Me ganó el nerviosismo”, se lamentó.
La cita con la embajada para tramitar su visa a EE.UU. por tercera vez
En un video que subió a su cuenta de tiktok @lolo_ruiz, Lolo Ruiz contó que había intentado por tercera vez, sin éxito, obtener la visa para viajar a Estados Unidos. Frustrada, explicó que se había preparado bien y que el proceso previo a la entrevista en el consulado le había resultado ágil y sin complicaciones.
Consiguió turno en menos de una semana y el trámite de la toma de huellas y fotos fue inmediato. “Entré y salí en menos de cinco minutos”, detalló. Hasta el clima en Bogotá parecía acompañarla. “El día anterior, hermoso, sol. Yo dije: ‘Hoy es el día, la tercera de la vencida’”, relató.
Según dijo, todo indicaba que esta vez sería diferente y obtendría la visa. Sin embargo, no fue así. La joven reconoció que había subestimado un rasgo de su personalidad que podía jugarle en contra: su timidez cuando tiene que hablar en público sobre sí misma. “Soy una persona demasiado introvertida”, explicó.
Cómo fue la entrevista en el consulado y en qué falló
Ya dentro del consulado, la joven contó que tuvo que hacer una fila de aproximadamente 300 personas. Cuando le llegó su turno para la entrevista, creyó que debía esperar a que los funcionarios la llamaran para acercarse a la ventanilla y se sorprendió cuando comenzaron a hacerle preguntas y no tenía claro quién era la persona que la interrogaba.
Esos segundos de duda y confusión la descolocaron. La chica relató que mientras trataba de identificar quién le hablaba —la cónsul o la traductora que la asistía— su mente se quedó en blanco. “Mi cerebro se demoró en procesar qué estaba pasando”, contó.
Le preguntaron cuál era el motivo de su viaje a EE.UU., pero ella ya estaba nerviosa y titubeaba. Como respuesta, dijo la verdad: quería visitar Nueva York, Central Park y Times Square, pero no pudo expresarse con claridad. La entrevistadora le pidió que repitiera los motivos de su viaje y ella lo hizo, pero sintió que ya había perdido el control de la situación.
La pregunta por la que le negaron la visa para ir a EE.UU.
La joven comentó que después de esa primera pregunta, de los motivos de su viaje, le hicieron otra consulta. La cónsul quiso saber la fecha exacta de un viaje que había hecho a España. Nerviosa como estaba, no podía recordarla con precisión. “¿Cómo me preguntan eso?”, se lamentó.
La chica señaló que recordaba que había viajado a España entre enero y febrero de 2024, pero se confundió y dijo que había sido en 2014.
Si bien se corrigió enseguida y aclaró que había viajado a Europa el año anterior, se dio cuenta de que esa mala respuesta le había jugado en contra. “Creo que la cónsul me vio y dijo: ‘No sabe ni dónde está parada’”, reconoció. Su intuición estaba en lo cierto: un segundo después, le entregaron el papel con el trámite rechazado.
La joven se lamentó por su mala suerte, ya que aseguró que se había preparado para la entrevista porque sabía que los nervios podían jugarle en contra. Estudió todas las posibles preguntas, ensayó sus respuestas y toda la información que puso en los formularios era “correcta y real”.
Su consejo para quienes tengan que sacar su visa a EE.UU.
La joven remarcó que este había sido su tercer rechazo. Según dijo, en las dos primeras veces ella había sido la responsable de que le negaran la visa. En la primera solicitud, sus condiciones laborales no eran óptimas, mientras que en la segunda había llenado mal el formulario. “Me equivoqué en la ciudad de nacimiento, no sé por qué puse otra ciudad”, recordó.
En esta última oportunidad, consideró que había hecho las cosas bien, pero que los nervios la habían traicionado. Por ello, planteó que las autoridades deberían “pensar más en los introvertidos, antisociales y nerviosos”, como ella.
En este sentido, afirmó que resulta clave la personalidad y la confianza a la hora de enfrentar la entrevista personal. “Siento que es más que todo actitud”, reflexionó.