Madison Pestana, una estadounidense que creció en Wendell, Carolina del Norte, votó a Donald Trump convencida de que sus políticas traerían más seguridad a EE.UU. Sin embargo, su vida se vino abajo el día en que Juan, su esposo venezolano, fue detenido por agentes de inmigración en Miami, Florida, y trasladado a un centro de detención. “Estoy viviendo mi peor pesadilla”, aseguró.
La historia de Madison Pestana y su esposo detenido por el ICE
Madison y Juan se conocieron en 2023 en un bar de sushi y su relación avanzó con rapidez. “Es literalmente mi mejor amigo, la única persona que realmente me entiende”, afirmó, le dijo la joven a Associated Press.
En menos de tres meses, la estudiante de medicina y el migrante venezolano se casaron. “Es el amor de mi vida”, aseguró.
Desde aquella primera cita, nunca habían estado separados más de seis días, hasta que el 9 de mayo agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) lo tiraron al suelo frente a su departamento. La escena fue tan inesperada que un vecino pensó que se trataba de un secuestro.
Todo ocurrió horas antes de que Madison se graduara. Juan, que no tenía antecedentes penales, quedó bajo custodia por haber permanecido más tiempo del permitido en Estados Unidos.
Según explicó la mujer, un notario presentó de manera incorrecta su solicitud de tarjeta de residencia. Ese error dejó al migrante expuesto a una deportación.
Tras el arresto, Madison se mudó a Jacksonville, donde inició una residencia quirúrgica. Ahora vive sola en una casa de dos pisos y viaja cada fin de semana para ver a su esposo en el centro de detención de Broward. “No nos permiten abrazarnos más de dos veces durante cada visita”, contó.
De apoyar a Donald Trump a sentirse engañada: el testimonio de Madison Pestana
Durante la campaña presidencial, Madison apoyó las propuestas de Trump. Creía que su plan de inmigración se enfocaría en expulsar a los delincuentes.
Con la detención de Juan, su visión cambió. “Lo que está sucediendo en este momento no es justicia. Esto es simplemente inhumano”, afirmó. Y agregó: “Me siento engañada”.
“Se prometió que iban a hacer las cosas más seguras para las personas. ¿Crees que están haciendo mi vida más segura? Es inmensamente más peligrosa ahora que me han quitado a mi esposo”, reclamó.
El incierto futuro de Madison Pestana y su esposo venezolano
Juan llegó a Estados Unidos en 2021, pidió asilo y montó un negocio de construcción. Dos años más tarde conoció a Madison y en cuestión de semanas se comprometieron. “Nunca tuve dudas al respecto”, aseguró ella.
Cuando intentaron regularizar su estatus, cayeron en manos equivocadas y su caso fue rechazado por errores de procedimiento.
Ahora Juan permanece detenido a la espera de que su situación se resuelva. Mientras tanto, la mujer mantiene la rutina de trabajar hasta 90 horas por semana en su residencia y manejar largas distancias para verlo.
“La gente necesita saber que esto podría pasarle a sus esposos o esposas. Esto no es solo para criminales”, remarcó. Madison relató que vive en la propiedad que compraron juntos en Jacksonville. “Estoy atrapada aquí en esta casa grande y vacía, sola, y siento que no hay salida”, expresó.
En una entrevista telefónica con AP, Juan habló sobre su mayor deseo: “Hice mi vida aquí. Conocí a mi esposa y quiero quedarme porque tenemos una familia aquí. Ya hice mío este país”.
Si no obtiene el permiso para permanecer en Estados Unidos, planea autodeportarse a Portugal por temor a ser perseguido en Venezuela. Madison deberá decidir entre seguirlo o continuar su carrera médica en su país. “Siento que el mundo está en llamas afuera, y todo lo que quiero es que mi esposo camine conmigo”, concluyó.