La estudiante hondureña Allison Bustillo Chinchilla se prepara para abandonar Estados Unidos luego de pasar seis meses en un centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). La joven de 20 años firmó una salida voluntaria, lo que permitirá que viaje a su país natal sin una orden de deportación en su historial.
La detención de la inmigrante hondureña en Carolina del Norte
El arresto de Bustillo Chinchilla ocurrió en febrero de 2025, cuando agentes del ICE ingresaron a la vivienda donde residía en Charlotte, Carolina del Norte. De acuerdo con el testimonio de su madre, Keily Chinchilla, las autoridades buscaban a otra persona y no presentaron una orden de deportación contra su familia.
En ese operativo, también fueron retenidos su madre y su hermano, quienes posteriormente fueron liberados. “Nos llevaron porque dijeron que teníamos una orden de deportación, lo cual no es cierto”, se quejó Keily Chinchilla en una entrevista con Univision.
Tras la redada, Allison fue trasladada al Centro de Detención Stewart, en Georgia, donde permaneció durante seis meses mientras se definía su situación legal. “Mi hija no tiene historia criminal. Estudió, es asistente de enfermería y tenía una beca universitaria que ahora no podrá aprovechar”, agregó.
La madre de la joven explicó que el tiempo en custodia afectó tanto a Allison como a su familia. Asimismo lamentó que su hija se sintió sin respaldo legal durante su proceso, a pesar de haber contado con abogados y de haber buscado apoyo en representantes locales.
En una campaña de recaudación de fondos en el sitio GoFundMe, la madre señaló que la joven hondureña llegó a EE.UU. con apenas ocho años y que no pudo acceder al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) debido a la cancelación de nuevas inscripciones. La falta de ese estatus migratorio complicó su permanencia en EE.UU.
La decisión de abandonar voluntariamente EE.UU.: “No es fácil esta situación”
Tras varios meses en detención y sin avances en su caso de asilo, la joven aceptó firmar su salida voluntaria. “El ICE no estaba acatando la orden del juez y quería llevarla a Louisiana en un vuelo con deportados. Ahora ella irá en un vuelo comercial, comprado por mí, como lo ordenó el juez”, explicó su madre a Univision. Esto le permitirá regresar a Honduras sin enfrentar una orden de deportación que le impediría volver a EE.UU. por al menos diez años.
La salida voluntaria es una figura establecida por la Oficina Ejecutiva de Revisión de Casos de Inmigración (EOIR, por sus siglas en inglés), que permite a los migrantes salir de EE.UU. por cuenta propia dentro de un plazo establecido. En este caso, la decisión abre la posibilidad de que Allison pueda regresar legalmente en el futuro.
“No es fácil estar en esta situación. No voy a poder ni siquiera despedirme de mi hija. Tengo más de seis meses sin verla y ni siquiera voy a poder verla antes de que se vaya”, lamentó Allison, que ahora debe llevar una tobillera electrónica que le impide movilizarse libremente.
En Honduras, serán los abuelos quienes reciban a la joven. Sin embargo, su madre indicó que la adaptación será compleja, ya que la joven vivió en EE.UU. desde que tenía ocho años y no mantiene vínculos cercanos con la vida cotidiana en su país de origen.
Cómo es el Centro de Detención Stewart donde se encontraba la joven hondureña
El Centro de Detención Stewart, ubicado en Lumpkin, Georgia, es administrado por la empresa privada CoreCivic y tiene capacidad para albergar a más de 1700 personas. Es una de las instalaciones más grandes en el sistema de detención de inmigrantes en EE.UU.
Diversas organizaciones y reportes señalaron condiciones difíciles dentro del centro, como hacinamiento y falta de descanso adecuado debido a la iluminación constante. A pesar de estas denuncias, el lugar continúa con sus operaciones como una de las principales instalaciones del ICE.
Allison permaneció en ese centro desde su arresto hasta la resolución de su salida voluntaria y experimentó un proceso que su madre describió como desgastante tanto en lo físico como en lo emocional.
Por el momento, Allison Bustillo Chinchilla continúa bajo custodia en el Centro de Detención Stewart, a la espera de que se ejecute su salida en un vuelo comercial hacia Honduras.