Kunal Oberoi, un migrante de India con residencia legal permanente en Estados Unidos, pasó casi dos meses detenido por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). A pesar de que tenía su documentación en regla, cuando regresó de un viaje familiar en el exterior, los oficiales de migración le retuvieron su green card, lo arrestaron y le iniciaron un proceso de deportación, basado en una serie de antecedentes menores. “Pensé que estábamos a salvo”, contó su esposa, ciudadana estadounidense, quien reveló que ambos eran partidarios de Donald Trump.
El regreso de la familia de inmigrantes al aeropuerto de Detroit
El 9 de enero, Oberoi —un migrante de origen indio que vive en Estados Unidos hace dos décadas— regresó con su esposa, Brooke Choquette, y sus dos hijos de una visita a su familia, en su tierra natal. Al aterrizar en el Aeropuerto Metropolitano de Detroit, agentes del ICE lo interceptaron y lo detuvieron, a pesar de que tenía una green card vigente y todos sus papeles en regla.
Según informó The Independent, uno de los oficiales apartó a Oberoi de la fila y lo interrogó por un cargo por consumo de marihuana de 2018. Cómo él dijo que no recordaba los detalles del incidente, le confiscó su tarjeta de residencia y le dijo que regresara con el informe policial.
Así lo hizo. El 3 de febrero presentó esa documentación ante un agente de ICE, que lo detuvo y ordenó su trasladado al Centro Correccional del Condado de Calhoun, donde estuvo dos meses privado de su libertad.
Una detención inesperada que se extendió durante dos meses
La situación tomó por sorpresa tanto a Oberoi como a su esposa, Brooke Choquette, que es ciudadana estadounidense. Los dos apoyaban a Donald Trump en sus políticas y ella había votado por el republicano en las últimas elecciones a presidente.
La mujer nunca creyó que la avanzada contra la inmigración del mandatario pudiera alcanzar a su marido, ya que tenía una green card vigente, estaba casado con una ciudadana de EE.UU. y era padre de dos niños estadounidenses. Sin embargo, pasó. “Pensé que estábamos a salvo”, reconoció la mujer en una entrevista con el medio citado.
En su casa de Ypsilanti, a unos 55 kilómetros de Detroit, Choquette quedó a cargo de sus hijos, sin saber cuándo volvería a ver a su esposo. Si bien la mujer tenía trabajo —administraba una guardería en su hogar— al ser el único sostén de su familia, se vio en apuros económicos y lanzó una campaña en Gofundme para recolectar fondos que permitieran costear la defensa legal de Oberoi.
Los antecedentes que pusieron en peligro de deportación a Kunai Oberoi
Oberoi tiene 37 años y trabaja como camionero. Llegó legalmente a Estados Unidos hace más de 20 años, se casó con una ciudadana estadounidense y sus hijos nacieron en el país norteamericano.
En 2018, enfrentó un cargo menor por posesión de marihuana. Años antes, en 2011, tuvo otro incidente vinculado a una pelea escolar. Según explicó su abogado Julian Daman a The Independent, estos antecedentes permitieron a las autoridades considerar su inadmisibilidad bajo la ley migratoria, incluso en caso de residentes legales permanentes.
El fallo judicial y la liberación del migrante
El 16 de abril se realizó la audiencia final de deportación de Oberoi. Su abogado pidió la cancelación del proceso, una medida que otorga a ciertos detenidos la posibilidad de quedarse en el país norteamericano.
Al brindar su testimonio, Oberoi expresó su deseo de continuar en Estados Unidos junto a su mujer y sus hijos: quería enseñarle al menor a andar en bicicleta, llevar a su hija a la escuela.
El juez a cargo del caso consideró los argumentos y falló a su favor y ordenó su liberación. Sin embargo, le advirtió: “Si alguna vez te vuelvo a ver en un proceso, serás deportado”.