Como muchos de sus compatriotas, Oswaldo llegó a Estados Unidos desde Venezuela. Trabajaba como taxista en Atlanta, cuando descubrió que sus compañeros no conseguían qué comer durante sus turnos. Entonces, se le ocurrió ofrecerles un plato que conocía muy bien y que formaba parte de su identidad: “Voy a vender arepas”. Seis años después, es dueño de cuatro locales en la ciudad y su emprendimiento no para de crecer.
De taxista a cocinero, la historia de un migrante venezolano que triunfa en Atlanta
Oswaldo emigró a Estados Unidos en 2016, en busca de un futuro mejor. Se instaló en Atlanta y comenzó a trabajar como chofer de la aplicación Uber. Según contó en un video publicado en Tiktok, fue gracias a ese trabajo que tuvo la inspiración para crear un negocio exitoso: una cadena de restaurantes venezolanos a la que bautizó como “Don Arepacho”.
Un día, Oswaldo descubrió que sus colegas —otros choferes de aplicaciones y taxistas como él— no tenían qué comer entre sus turnos. Y se le ocurrió que podía preparar y hacerles probar un plato típico venezolano: las Arepas.
Fue un éxito. Cada día preparaba más cantidad y las vendía todas. Fue entonces cuando decidió probar con otros platos de su país, como las cachapas y las empanadas venezolanas. También estas comidas tuvieron aceptación.
Así, tiempo después decidió arriesgarse, Owaldo abrió su primer local de comida venezolana. Sus platillos típicos ganaron adeptos en toda la ciudad y hoy su restaurante ya tiene cuatro sedes en Atlanta.
La clave detrás de su éxito: aprender y reinventarse
Oswaldo contó que, si bien hoy disfruta de un presente exitoso, tuvo que enfrentar grandes desafíos. Sin experiencia en gastronomía, cometió errores, pero no se desanimó y siguió adelante. “Tuve que aprender, desaprender y volver a aprender con mucha fe”, explicó.
Según dijo, la clave para no desanimarse está en la confianza y la constancia. “Creer en ti, perseguir el sueño, enfocarte y con determinación se logra”, detalló.
Hoy, su plato estrella son las cachapas. Esta comida se elabora a base de maíz molido y suelen acompañarse con queso, carne o chicharrón. En sus locales, Oswaldo ofrece una variedad que mezcla tradición y creatividad, lo que atrajo no solo a la comunidad latina sino también a un público amplio en Atlanta. En sus cuatro locales, vende unas 1500 unidades al mes.
“Hay gente que dice que la cachapa no lleva cerdo, no lleva carne, no lleva nada, pero nosotros nos pusimos creativos”, explicó. Y remarcó que, además de una buena receta, es fundamental preparar cada plato “con amor”.
Sus planes para el futuro: expandirse por EE.UU.
El espíritu emprendedor de Oswaldo no termina en Atlanta. Según comentó en el clip, uno de sus sueños es poder llevar su propuesta gastronómica, y con ella la comida típica venezolana, a más rincones de Estados Unidos.
Entre risas, fantasea con “montar cuatro o diez locales más” por todo el país para que la gente pueda saborear sus platos y conocer más de la cultura de su país. Aunque sabe que no será fácil conseguirlo, no se desanima. “Lo importante es hacer el trabajo”, concluyó.