Las nuevas políticas de migración del presidente Donald Trump levantan alertas cuando se cuestiona el paradero de quienes son expulsados de Estados Unidos. En concreto, existen especulaciones sobre el destino de los deportados cuando son vinculados a organizaciones criminales, tal sucedió con el exrepartidor Ricardo Jesús Prada Vásquez.
De repartidor en EE.UU. a deportado y luego a “desaparecido”: el caso de Ricardo Prada
Con 32 años de edad, Ricardo Prada ingresó a Estados Unidos en noviembre de 2024 mediante la aplicación CBP One, es decir, ingresó al país de manera legal. Posteriormente, se estableció en Detroit, Michigan, y allí trabajó durante algunas semanas como repartidor de la aplicación UberEats.
Sin embargo, el pasado 15 de enero de 2025, mientras Ricardo realizaba una entrega, tomó por error una ruta que lo llevó al puente Ambassador con dirección a Canadá. Al intentar regresar, fue detenido por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), quienes lo acusaron de “reingreso ilegal” a EE.UU. pese a su estatus legal en el país.
Según relató un amigo de Ricardo Prada a El País, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) vinculó sin pruebas al ahora exrepartidor con el grupo criminal Tren de Aragua. Dado que tampoco se le dio acceso a una representación legal oportuna, Prada Vásquez fue trasladado a diversos centros de detención en territorio estadounidense, y finalmente, deportado el pasado 15 de marzo de 2025.
El problema surgió cuando los amigos y familiares de Ricardo Prada Vásquez intentaron saber dónde estaba, ya que su nombre no aparecía en las listas oficiales de deportación. Durante semanas, su destino fue desconocido, lo cual produjo una situación alarmante para sus allegados y para las organizaciones de derechos humanos que estos contactaron en busca de ayuda.
La misteriosa reaparición de Ricardo Prada en una prisión de máxima seguridad en El Salvador
Luego de semanas de incertidumbre, activistas y familiares de Ricardo descubrieron que las autoridades lo trasladaron al Centro de Confinamiento del Terrorismo ( (CECOT) en El Salvador, una megacárcel conocida por albergar a presuntos miembros de pandillas.
La insólita aparición de Ricardo Prada Vásquez en dicho recinto generó cuestionamientos mediáticos sobre la garantía de los derechos humanos básicos cuando se realizan procedimientos de deportación.
Reacción de la opinión pública ante el caso de Ricardo Prada Vásquez
Mientras Ricardo Prada Vásquez continúa detenido en Cecot sin un futuro claro, sus familiares y activistas como Gris Vogt denunciaron que, si bien su situación es indignante, no es la única en meses recientes.
Para Vogt y otros especialistas en el tema, Ricardo representaría sólo una prueba más de la falta de transparencia en las deportaciones que hace el gobierno estadounidense, así como en su debido proceso.
Antes de la aparición de Ricardo Prada, el gobierno venezolano confirmó a medios como CNN que pidió una investigación por su presunta desaparición forzada. Tras confirmarse que estaba en el Cecot, los familiares de Prada Vásquez esperan un nuevo posicionamiento gubernamental.
Por su parte, Gris Vogt, quien ayuda a madres salvadoreñas y hondureñas a dar con el paradero de sus hijos deportados por el gobierno de Estados Unidos, afirmó ante El País que muchas de ellas ni siquiera saben si sus hijos están vivos o muertos tras su expulsión de la Unión Americana.
Vogt dijo que Prada Vásquez tiene un hijo de cuatro años de edad. Y que no tenía antecedentes penales antes del incidente que lo llevó a Cecot.