Lejos de las primeras planas está la Primera C del fútbol argentino y, en efecto, todo lo que ocurre en un ambiente muy lejano a la elite queda muchas veces oculto. Uno de los caminos para sobresalir es la Copa Argentina, donde salen a la luz las diferentes historias, realidades, particularidades y sueños. Deportivo Paraguayo, de pésimo año, pero sobreviviente en la categoría, está a horas de afrontar el reducido por el cuarto cupo de su liga rumbo a la competición federal. Sin embargo, la previa se encendió internamente: uno de sus jugadores acusó al anterior cuerpo técnico de involucrarse en el mundo de las apuestas deportivas y hasta apuntó a un compañero.
En la previa, el delantero Juan Mendoza dialogó con el medio Sólo Ascenso para hacer un balance sobre la lucha constante del “Guaraní” para sostenerse en la divisional, pero en el medio decidió hacer una descarga, al pasar y como parte de la evaluación, que nadie esperaba.
“El balance fue de menor a mayor en lo que fue el campeonato. Si bien estuvimos peleando la zona baja de la tabla, teníamos plantel para estar mucho más arriba, hubo muchos factores que nos jugaron en contra dentro y fuera del club”.
Entonces, ahondó muy profundo sobre esa conclusión, poniendo a la ex pareja técnica en el centro de la escena de sus declaraciones: “La salida de (Carlos) Loto y (Claudio) Contreras fue por el tema de las apuestas deportivas”, disparó sin vueltas.
Y, luego, continuó dando detalles que complementaron su explosiva afirmación. “Tenían a tres jugadores trabajando para ellos que los hacían bajar a la reserva para hacer el resto del trabajo sucio”, fue la bomba con la que le dio continuidad a su versión sobre la supuesta historia oculta acerca de la salida del club de ambos entrenadores. Por lo que da a entender allí (y en las palabras posteriores), el juego ilegal se habría posado entre los juveniles que están próximos a ser profesionales, así como también con los pequeños que transitan las divisiones menores.
Y si bien no nombró a todos esos cómplices que Loto y Contreras habrían tenido dentro del plantel, sí tuvo ganas de hacer mención especial a uno de ellos, el delantero colombiano Luis Arcilio Velásquez Benítez.
“Es uno de los futbolistas que estaba metido con ellos. Él me ofreció tanta plata por ir para atrás, a mí y a varios compañeros, pero gracias a Dios nosotros tenemos grandes valores en el fútbol. En ese momento, estábamos con una deuda salarial de más de tres meses, pero supimos llevar esta situación de la mejor manera”, acusó al atacante, de 31 años, que todavía sigue siendo compañero en el equipo, aunque sin tanto protagonismo entre los once iniciales.
No todo terminó allí lo declarado por Mendoza, ya que dejó en claro que no habría sido cosa de una sola vez o, al menos, pocas oportunidades, exponiendo su malestar por meterse entre los pequeños que se desviven por llegar al plantel profesional. “Miles de veces jugaron con los sueños de los chicos de inferiores que hacen tanto sacrificio para llegar a ese día por el que uno tanto pelea: debutar en la reserva o en la primera”, agregó.
Y, por último, aclaró el motivo por el que decidió denunciar esas situaciones que habría observado y hasta habría vivido en carne propia. “Salgo a hablar porque en muchos lados dijeron que sus salidas de la institución fue tras un común acuerdo con la dirigencia, pero no es así”.
“Es una linda oportunidad para seguir compitiendo, vamos a prepararnos como lo venimos haciendo y la clave es saber aprovechar la localía”, finalizó, ya inmerso en el importante encuentro ante Mercedes, el rival inicial que tienen en busca de conseguir el boleto hacia la Copa Argentina. Por lo pronto, más allá de lo futbolístico, sus declaraciones aturdieron en la interna de Deportivo Paraguayo y el propio mundo del ascenso.