El escáner marcó una sombra irregular. Era apenas un trazo extraño en la caja de herramientas de un camión que acababa de cruzar la frontera por Salvador Mazza, Salta. El vehículo no llevaba carga declarada y su destino era el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
El personal de la Dirección General de Aduanas repitió el control y esta vez se enfocó en los crickets hidráulicos. Algo no cerraba: no tenían mecanismos de acción. Cuando los abrieron, el hallazgo confirmó la sospecha. Dentro había una sustancia amarillenta, compacta, que el narcotest identificó como pasta base de cocaína.
Ese fue el primero de tres procedimientos que permitieron desarticular una maniobra de contrabando con un patrón repetido. En total se secuestraron 16,8 kilogramos de droga, valuados en aproximadamente US$120.000. Los tres camiones habían ingresado al país desde Bolivia con cocaína oculta en crickets hidráulicos. Los conductores, todos ciudadanos bolivianos, fueron detenidos.

La investigación comenzó en el Paso Fronterizo Internacional Salvador Mazza-Yacuiba. El primer vehículo fue sometido al control no intrusivo del escáner, que arrojó imágenes anómalas en la caja de herramientas de la cabina. Un nuevo escaneo reveló que los crickets hidráulicos carecían de piezas internas. Ante la irregularidad, el personal aduanero decidió abrirlos en presencia de testigos. Dentro había bloques compactos envueltos en plástico. El narcotest dio positivo para pasta base de cocaína: 5,98 kg distribuidos en dos dispositivos.

El segundo caso se produjo en el mismo paso fronterizo, con un modus operandi idéntico, aunque el camión pertenecía a otra empresa. También ingresaba en condición de lastre [sin carga declarada] y tenía como destino el AMBA. El equipo de rayos-X detectó anomalías en el tractor y en dos crickets hidráulicos. Al abrirlos, se hallaron 5,03 kilogramos adicionales de droga.

El tercer procedimiento ocurrió en Santiago del Estero, luego de que la Aduana emitiera una alerta por coincidencias con los casos anteriores. El camión había sido secuestrado por la Gendarmería Nacional y presentaba el mismo patrón. Dentro de los crickets se encontraron 5,8 kilos más de cocaína.

Las imágenes del operativo muestran la complejidad del trabajo. En una de ellas, un cricket hidráulico rojo aparece abierto, con restos amarillentos en su interior, mientras una herramienta metálica remueve la sustancia compacta. Otra fotografía captura el momento en que el personal corta el metal con una amoladora, generando una lluvia de chispas sobre el piso húmedo del puesto de control. También se observa el material incautado, embalado en bolsas plásticas y dispuesto sobre tablas.
La investigación está en manos de la Unidad Fiscal de Tartagal, a cargo de Lucía Romina Orsetti, y del Juzgado Federal N° 2 de Santiago del Estero, a cargo de Sebastián Argibay. Según el artículo 866 del Código Aduanero, los detenidos podrían enfrentar penas de hasta 12 años de prisión.
