Hay historias que estremecen los corazones y, sobre todo, las que son movilizadas por el amor de una madre hacia sus hijos. Hace unos días, Don Boston, fundador del programa Abilene Stray Animal Program, estaba buscando un perro abandonado en esa ciudad de Texas, Estados Unidos, cuando se topó con algo inesperado. El hombre compartió la historia en la cuenta de Facebook de la organización protectora de animales y se volvió viral rápidamente.
Todo comenzó cuando vio a una perra vagando sola al costado de un camino de tierra, con aspecto hambriento, ya que se le notaban los huesos de las costillas y de la cadera. Le dio algo de comida mientras intentaba averiguar quién era y de dónde había salido. Una vez que la perra comió hasta saciarse y comenzó a alejarse, Boston la siguió a la vuelta de la esquina y allí vio a sus cachorros detrás de una reja, en el patio de alguien.
Boston se dio cuenta de inmediato de que ese patio no era un lugar adecuado para perros, estaba lleno de chatarras y basura. Había pedazos de metal filosos por todas partes y no se veía comida por ningún lado. Al mirar más de cerca, notó que varios de los perros tenían heridas en las orejas causadas por moscas. En el terreno había otro perro macho, que podía llegar a ser el padre de los perritos.

“Estaban hambrientos. Hambrientos, hambrientos”, se lamentó Boston en el video de Facebook y arrojó una bolsa grande de alimento balanceado para que la familia pueda salir de ese duro pasar. La perra madre y dos de sus cachorros habían escapado por un agujero en la reja. Al ver el estado de abandono en el que estaban, Boston solo quería llevarse a toda la familia con él. Pero sabía que primero debía hablar con el dueño del terreno.
“Honestamente, me rompió el corazón”, contó Boston a The Dodo. El hombre se enteró por el propietario que los perros originalmente habían pertenecido a su hermano, quien había fallecido. Desde que había acogido a la perra madre, ella había tenido varias camadas de crías, por lo Boston al enterarse de esta información no podía permitir que ese ciclo continuara. “Tengo que ayudar a estos chicos”, pensó el rescatista, que filmó todo el proceso con su celular y luego lo compartió en las redes sociales.

Finalmente, logró convencer al propietario de que entregara a los cachorros en adopción. Tras varios días de búsqueda, los cachorritos lograron conseguir nuevas familias. Ahora, los pequeños viven en un entorno seguro, donde tienen acceso a agua fresca y comida para crecer sanos y fuertes.
En cuanto a la madre, Boston convenció al dueño de permitirle llevarla a esterilizar. El rescatista quería asegurarse de que al menos no tuviera más crías en esas condiciones. Mientras Boston se preparaba para llevar a la perra a su cirugía, recibió una llamada del control animal: uno de sus oficiales la había recogido después de que escapara nuevamente por la reja. Se comunicaron con su dueño, pero nunca obtuvieron respuesta, por lo que el hombre tenía permiso para acogerla temporalmente y cuidarla luego de la castración. Si bien el futuro de la perra y su compañero es incierto, al menos logró que sus cachorros consigan donde crecer lejos de ese lugar abandonado.
