Glasgow (R.Unido), 22 ene (EFE).- El ministro principal escocés, John Swinney, presentó este miércoles un visado específico para graduados internacionales, una propuesta clave en su plan para abordar los desafíos demográficos y económicos de Escocia tras el Brexit.
En un evento celebrado en la sede de la financiera JPMorgan Chase en Glasgow, Swinney expuso frente a representantes de organizaciones empresariales e instituciones de educación superior su propuesta del ‘Scottish Graduate Visa’, diseñado para que los jóvenes extranjeros permanezcan en Escocia durante dos años tras completar sus estudios.
Este visado, según explicó, les permitiría adquirir la experiencia profesional necesaria para acceder a puestos cualificados, contribuyendo así al crecimiento económico de la región, aunque su implementación depende de la cooperación del gobierno británico, que controla las competencias migratorias.
Swinney subrayó la urgencia de que Escocia regrese al Mercado Único Europeo y restablezca la libertad de movimiento, unos días antes de que se cumplan cinco años desde que el Reino Unido abandonó la Unión Europea el 31 de enero de 2020.
«Necesitamos atraer y retener a estudiantes y graduados para que contribuyan a nuestra economía y sociedad», afirmó el líder escocés, quien también advirtió: «Reintegrarse en la Unión Europea no sucederá mañana, pero si no sucede, Escocia pagará un precio».
También destacó el mejor rendimiento económico de Escocia en comparación con el Reino Unido, señalando que la tasa de desempleo en Escocia cayó al 3,8 %, mientras que la del Reino Unido aumentó al 4,4 % en el mismo periodo entre septiembre a noviembre, según los últimos datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).
Al ser preguntado por las relaciones internacionales, en concreto con el nuevo gobierno de Estados Unidos, el líder independentista reconoció que «no hay absolutamente ninguna alternativa» a dialogar con la administración de Donald Trump, quien acaba de asumir su segundo mandato como presidente de Estados Unidos.
Durante su comparecencia, Swinney expresó asimismo su preocupación por los aranceles al whisky escocés, una de las principales exportaciones de la región, calificándolos como «una amenaza directa a una de nuestras industrias más importantes». EFE
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