En medio del éxito laboral que atraviesa gracias a Cyrano, la obra de teatro que comenzó hace dos años en el San Martín y cosechó varios premios, y el fenómeno de su personaje en El encargado, que tendrá su propio spin-off, trascendió que Gabriel “Puma” Goity (64) está viviendo un gran momento a nivel personal de la mano de un nuevo amor.
“El verano pasado se enamoró en la costa. Se la presentó un empresario, le dijo: ‘Esta mujer es divina para vos’. Están enamorados y hacen una pareja preciosa”, reveló Laura Ubfal al aire de Infama (América) al dar a conocer la noticia a través de un enigmático.
La mujer que conquistó el corazón del actor se llama María Carolina Bruno Ramayón, una escribana oriunda de Santa Fe que, según detalló la periodista, está soltera, no tiene hijos, es más joven que él y tiene un muy buen pasar económico.
El flechazo se dio el último verano en Mar del Plata, lugar de residencia de la mujer y donde Goity hizo temporada con Cyrano en el Teatro Tronador. De hecho, de acuerdo a la información de Ubfal, fue el empresario Marcelo González, dueño de ese teatro, quien le presentó a Ramayón.
La incipiente relación se afianzó de tal manera que, para estar más cerca del actor y compartir más tiempo juntos, ella se mudó a un departamento en la ciudad de Buenos Aires.
Además, según se puede ver en su cuenta de Instagram, los viajes son moneda frecuente para la escribana, ya sea por trabajo o por ocio. Entre 2024 y 2025, por ejemplo, estuvo en los países nórdicos, en Miami, Nueva York y hasta se fotografió con el actor español Miguel Ángel Silvestre en las Islas Baleares.
También en sus redes sociales, Ramayón muestra la estrecha relación que tiene con sus sobrinos y sus ahijados (uno de ellos lo comparte con Claudio Fabián “Chiqui” Tapia). “Gracias por llenar mi vida de amor y felicidad”, expresó en una oportunidad entre tantos posteos dedicados a ellos. Goity, cultor del bajo perfil, es padre de Bautista, a quien tuvo con Marcela Fernández Mouján, y de Valentín, fruto de su relación con María Martha Zartmann.
Puma Goity y su crítica a la “cultura de la queja”
En una entrevista con LA NACION que data de mayo de este año, Gabriel “Puma” Goity habló de la cuarta temporada de El encargado (Disney+) y de las posibilidades laborales de los actores en la época de las plataformas.
“Ahora tengo una intervención mayor -dice respecto a su personaje, el abogado Matías Zambrano- y, aunque se enojen en la plataforma porque no quieren anticipar nada, voy a decir que la serie está más graciosa que nunca. Tenemos enfrentamientos con Eliseo, con muchas idas y vueltas. Está muy alto el tono de la comedia, disfrutamos mucho en el rodaje”, asegura.
-Una de las virtudes de tu personaje es que es malvado y gracioso a la vez.
-Claro. Cuando creás estos personajes, lo mejor es escarbar en las partes contradictorias. Los profesores de teatro siempre me decían: cuando sos rey, buscá al mendigo y cuando sos mendigo, buscá al rey. Si no es todo de un mismo color. Yo quiero lograr que el espectador diga: ‘¿Y éste ahora por dónde va a salir?’. Ahí es cuando te atrapo. Es como cuando el futbolista hace algo inesperado en la cancha.
-Quizá ese sea uno de los motivos del éxito de El encargado: no hay buenos, son todos malvados.
-Sí, porque ser un chico bueno en la pantalla no tiene nada de gracioso, es previsible y lineal. Los malvados son los personajes más geniales, exquisitos y hermosos para hacer. Mi ícono es Christoph Waltz en la película Bastardos sin gloria, de Quentin Tarantino. Lo amás y lo odiás al mismo tiempo, te interpela todo el tiempo, es extraordinario.
-¿Es un momento difícil para los actores o siempre fue complicado?
-Siempre fue complicado. Yo detesto las quejas y al actor que se victimiza. Eso del artista con aureola, que es distinto y por eso hay que tener consideración especial, no me va. Hay que generar la demanda y no exigirla. Cuando un actor se queja, yo le diría: salí a la calle, hacé teatro y contagiá al público con tu propuesta. Yo hice teatro a la gorra. La clave es no victimizarse.
-¿La queja es algo propio de los actores o forma parte de nuestra cultura?
–El argentino se victimiza mucho, eso me tiene agotado. Siempre el enemigo está afuera y la culpa la tiene el otro. Basta de esa actitud. Es muy simple: saludemos al otro, ayudémonos entre nosotros, seamos solidarios. Hay que dejar de quejarse y ocupar espacios, dar batalla, empezar por lo individual hacia lo colectivo, es la única manera de avanzar. La verdadera militancia de hoy es hacer.