Eslovaquia ha reconocido este jueves que sigue habiendo «temas pendientes» auque espera un acuerdo pronto con la Comisión Europea sobre las garantías a su suministro energético, asunto que aduce para vetar la 18ª ronda de sanciones europeas contra Rusia.
«Debo reconocer que la Comisión Europea se está esforzando por encontrar una solución para Eslovaquia. En algunas cuestiones pendientes estamos cerca de un acuerdo, en otras aún estamos lejos», ha señalado el primer ministro eslovaco, Robert Fico, en un mensaje en redes sociales donde argumenta la postura de Bratislava, cuya negativa bloquea la adopción del nuevo paquete de sanciones de la UE, que incluye medidas contra la energía rusa, bancos y la ‘flota fantasma’.
Aunque ha denunciado que Eslovaquia no actuará «bajo presión o en una atmósfera de retórica fuerte», ha insistido en su intención de llegar a un acuerdo «pronto» con Bruselas que proteja a Eslovaquia de las «peores consecuencias» del desacople del gas ruso, del que Bratislava sigue siendo altamente dependiente.
En este sentido, Fico ha señalado que el apoyo de Eslovaquia a las sanciones es «contingente» a abordar las preocupaciones del país sobre los precios del gas, la seguridad del suministro y a recibir una compensación por el «daño incurrido» por el cese del suministro de gas previsto para enero de 2028.
El dirigente eslovaco ha subrayado que en la negociación con Bruselas «no puede haber juegos de suma cero», tras recalcar que las preocupaciones de Bratislava deben ser abordadas y tachar como «gestos ideológicos» la decisión de cortar lazos energéticos con Moscú.
La negativa de Eslovaquia impidió este miércoles que los embajadores de la UE dieran el visto bueno al nuevo paquete de sanciones contra Rusia, acordadas hace semanas pero a expensas de la aprobación de Eslovaquia.
En todo caso, fuentes diplomáticas señalan a Europa Press que Fico ofrecerá una rueda de prensa este viernes por lo que podría ser en la cita de embajadores en la que finalmente se adopte el 18º paquete, una decisión que puedan refrendar los ministros de Exteriores de la UE cuando se reúnan el martes.
En la capital comunitaria apuntan al creciente enfado de los socios europeos con la posición de Bratislava, que a todas luces supone perder tiempo y rebajar la reacción de la UE ante los ataques continuados de Rusia y su nula intención de acordar un alto el fuego en Ucrania.
SANCIONES A LA ENERGÍA Y LOS BANCOS
Las principales medidas que propone el Ejecutivo europeo en la nueva ronda son las sanciones a las infraestructuras Nord Stream 1 y Nord Stream 2, además de redoblar las restricciones a 22 bancos rusos, a los que, además de desconectarles del sistema SWIFT, se aplicará un veto total a las transacciones.
Igualmente, la UE apunta a más de una veintena de compañías implicadas en hacer llegar a Rusia material de uso dual, tanto civil como militar, medios que luego Moscú emplea en el campo de batalla.