En Nueva Jersey existe un rincón que, lejos del ambiente ruidoso de la costa, fue señalado como la ciudad más subestimada del estado. El pequeño municipio de Frenchtown Borough se encuentra en las cercanías del río Delaware y cuenta con paisajes rurales, una larga historia, muestras de arte y un encanto que conquistó a todos los expertos en viajes.
Frenchtown: la ciudad más subestimada de Nueva Jersey
Según 94.3 The Point, un ranking elaborado por Love Exploring puso a esta localidad de tan solo 1.370 habitantes en el centro de atención, luego de ubicarla como el destino más infravalorado del “Estado Jardín”. Si bien esta localidad del condado de Hunterdon no está entre los lugares típicos que suelen encabezar todos los rankings, quienes conocen esta localidad aseguran que su atractivo es principalmente la tranquilidad.
Su historia
De acuerdo al sitio web de Frenchtown, hay que remontarse al siglo XIX para conocer el origen esta ciudad. A pesar de que sus tierras ya habían sido habitadas por mucho tiempo por la tribu Lenni-Lenape, este municipio fue establecido formalmente el 4 de abril de 1867. Los vínculos con el arte se remontan a principios del siglo XX y hoy siguen presentes en numerosas galerías, talleres y boutiques que se encuentran en la calle principal.
Esta localidad se encuentra a solo 51 kilómetros al noroeste de Trenton, la capital estatal, y está conectada con Pensilvania a través del puente Uhlerstown-Frenchtown, una estructura de acero sin peaje que reemplazó a un antiguo puente de madera construido en 1841. Esta conexión convirtió a este pequeño pueblo en una puerta de entrada hacia el condado de Bucks, hecho que amplió su actividad comercial y turística.
Cuáles son los atractivos de Frenchtown
Uno de los mayores encantos de esta localidad son sus hermosos paisajes. El municipio cuenta con pequeñas colinas, vegetación frondosa y riberas que suelen ser transitadas por los locales y los turistas tanto a pie como en bicicleta.
El Parque Estatal de Delaware y Raritan es uno de los principales atractivos para aquellas personas que buscan realizar actividades al aire libre. Desde allí, es posible seguir el antiguo camino de sirga a lo largo de río Delaware hasta Trenton, o bien continuar hacia el este, siguiendo el curso del río Raritan en dirección a Nuevo Brunswick.
Según Visit NJ, este municipio también tiene opciones para aquellos que prefieren dar un paseo más relajado. Cuentan con tiendas de antigüedades, los cafés y los negocios artesanales que forman parte del circuito habitual que realizan los turistas que visitan la ciudad en busca de conocer su cultura. Además, cuenta con tres festivales anuales que ya son parte de la identidad de esta pequeña ciudad. Hablamos del Festival de Vino y Arte en mayo, el Día de la Bastilla en julio y el RiverFest en septiembre.
Su compromiso con las energías renovables
Si bien cuenta con una población pequeña, esta localidad logró posicionarse como una referente de la zona en temas de energía limpia gracias al complejo Frenchtown Solar, el cual está compuesto por tres parques que abarcan alrededor de 40 hectáreas y albergan más de 68 mil paneles solares. Este desarrollo es uno de los mayores emprendimientos del estado y demuestra el compromiso de los locales con un modelo energético más sustentable.