“Hoy muy contento me dice que nuestras calles son seguras, ya que antes él no podía ni salir a caminar”, relató Milena Mayorga, embajadora de El Salvador en Estados Unidos, al referirse a la impresión del subsecretario para el Control de Armas y la Seguridad Internacional, Brent Christensen, sobre la transformación en materia de seguridad que ha experimentado el país centroamericano.
La funcionaria salvadoreña subrayó que Christensen, quien estuvo destacado en la embajada durante el periodo más crítico de la violencia de pandillas, expresó su deseo de constatar personalmente los cambios impulsados por el presidente Nayib Bukele y de fortalecer la colaboración desde la oficina de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL).
En este contexto, la cooperación entre Estados Unidos y El Salvador se ha consolidado en torno a tres ejes principales: el combate a la migración irregular, la lucha contra el narcotráfico y la promoción de la energía nuclear civil con fines pacíficos.
Así lo destacó Brent Christensen tras una reunión con Mayorga, en la que ambos funcionarios reafirmaron la importancia de estas prioridades compartidas. El subsecretario estadounidense sintetizó el espíritu de la relación bilateral al afirmar: “Al combatir la migración ilegal y el narcotráfico y promover la cooperación en energía nuclear civil, Estados Unidos y El Salvador están construyendo un futuro más seguro y próspero”. Agradeció, además, la disposición de la embajadora y de la representación diplomática salvadoreña en Washington para mantener un diálogo productivo sobre estos temas.
Tackling illegal immigration, countering narcotics, and advancing civil nuclear cooperation — the U.S. and El Salvador are building a safer, more prosperous future together. Thank you @MilenaMayorga and @EESAenEEUU for a productive conversation on our shared priorities. pic.twitter.com/0awJjB3DJn
— U/S of State for Arms Control & Int’l Security (@UnderSecT) July 29, 2025
La agenda bilateral ha mostrado avances concretos en los últimos meses. Uno de los episodios más recientes fue la liberación de 10 rehenes estadounidenses en Venezuela, resultado de una negociación que involucró a autoridades salvadoreñas y estadounidenses con el régimen de Nicolás Maduro.
Este acuerdo incluyó la repatriación de criminales del Tren de Aragua que se encontraban recluidos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en El Salvador.
Según Diario El Salvador, la operación fue posible tras varios meses de gestiones diplomáticas y fue celebrada por diversos políticos norteamericanos, quienes reconocieron la eficacia de la cooperación entre ambos países.
En el ámbito de la energía nuclear civil, la relación bilateral se fortaleció con la firma de un memorando de entendimiento sobre Cooperación Nuclear Civil Estratégica (NCMOU).
El acuerdo, suscrito por el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio y la ministra de Relaciones Exteriores salvadoreña Alexandra Hill Tinoco, tiene como objetivo avanzar en el desarrollo de proyectos nucleares con fines pacíficos y consolidar la transferencia de tecnología y conocimientos en este sector. Este paso representa una apuesta conjunta por diversificar la matriz energética y fomentar la innovación tecnológica en El Salvador.
La percepción positiva sobre la seguridad en El Salvador, expresada por Brent Christensen, refleja el impacto de las políticas implementadas por el gobierno de Nayib Bukele en la reducción de la criminalidad.
Según relató Mayorga a Diario El Salvador, el funcionario estadounidense manifestó su satisfacción por los avances logrados y su interés en profundizar la cooperación en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico. “Desea ver con sus propios ojos los cambios liderados por el presidente Nayib Bukele y colaborar aún más desde la oficina de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL)”, puntualizó la embajadora.
La relación entre Estados Unidos y El Salvador se caracteriza actualmente por un clima de cordialidad y efectividad, sustentado en la convergencia de intereses estratégicos y en la voluntad de ambos gobiernos de abordar desafíos comunes. La cooperación en seguridad, migración y energía nuclear civil se ha convertido en el eje de una agenda bilateral que busca consolidar un entorno más seguro y próspero para ambas naciones.