La expansión de la hormiga aguja asiática (Brachyponera chinensis) en Estados Unidos ha captado la atención de científicos, autoridades ambientales y servicios de salud. Esta especie, originaria del este de Asia, ha sido registrada en al menos 20 estados de ese país, desde el noreste hasta el sureste. También afecta a jurisdicciones alejadas, como Texas, Washington y Wisconsin.
La hormiga aguja asiática causa preocupación en EE.UU.
De acuerdo con el Servicio Forestal de EE.UU. (USFS, por sus siglas en inglés), la hormiga aguja asiática había pasado desapercibida durante décadas desde su detección inicial en 1932. Sin embargo, en años recientes ha demostrado una capacidad notable para establecerse en diversos entornos, como áreas urbanas, jardines y espacios forestales.
A diferencia de otras hormigas invasoras que prefieren zonas alteradas, la aguja asiática también coloniza ecosistemas conservados. Suele anidar en hojarasca, troncos caídos, debajo de piedras o elementos de jardinería. Incluso se la ha visto en viveros, césped y áreas residenciales.
Características de la hormiga aguja asiática
Las obreras son pequeñas (alrededor de cinco milímetros), con un cuerpo brillante, marrón oscuro a negro, y extremidades marrones anaranjadas. Según USFS, la identificación de esta especie no siempre es sencilla, ya que su aspecto es similar al de otras hormigas presentes en el este de EE.UU.
El mayor riesgo de esta plaga es su capacidad para picar y liberar veneno, lo que genera desde molestias locales hasta cuadros de anafilaxia, una condición médica grave. Según MedlinePlus, esto puede afectar múltiples órganos y causar desde picazón y urticaria hasta dificultad respiratoria, shock o pérdida de conciencia.
Los síntomas de anafilaxia incluyen:
- Dificultad respiratoria.
- Hinchazón de lengua y garganta.
- Presión arterial peligrosamente baja.
- Pulso débil y acelerado.
- Náuseas, vómitos y diarrea.
- Mareos y pérdida de consciencia.
- Sensación psicológica de muerte inminente.
Dan Suiter, profesor de entomología urbana en la Universidad de Georgia, señaló en un artículo para ese establecimiento educativo que esta especie inyecta veneno que puede hacer mucho daño. “Su picadura puede ser mortal”, advirtió. Además, agregó que las personas con reacciones adversas a las picaduras de abejas y hormigas son especialmente vulnerables y podrían sufrir un shock anafiláctico.
En ese sentido, Suiter recomendó que aquellos que tengan antecedentes de anafilaxia identifiquen a la especie y lleven consigo un EpiPen, un autoinyector que contiene epinefrina. Además, subrayó la importancia de estar alerta, especialmente en los meses de mayor actividad.
Según los registros disponibles, las poblaciones de hormigas aguja asiáticas crecen con fuerza hacia el final de la primavera y comienzos del verano boreal, por lo que alcanzan su mayor presencia en junio y julio. En algunos casos, pueden empezar a verse ya en marzo.
Uno por uno, los estados con presencia de la hormiga aguja asiática
El sitio de detección de hormigas antmaps.org muestra la presencia activa de Brachyponera chinensis en EE.UU. En específico, 20 estados reportaron una expansión de esta especie.
- Washington
- Wisconsin
- Nueva York
- Massachusetts
- Connecticut
- Pensilvania
- Indiana
- Maryland
- Virginia
- Kentucky
- Tennessee
- Carolina del Norte
- Carolina del Sur
- Georgia
- Alabama
- Misisipi
- Arkansas
- Florida
- Texas
- Hawái
Estas hormigas no actúan como la especie de fuego, que construyen montículos visibles. Tampoco forman senderos alimenticios claros. “La gente normalmente no los nota”, explicó Suiter. Su picadura ocurre típicamente cuando se las molesta, por ejemplo, al mover escombros, madera o sitios donde están ocultas.
Aunque algunos tratamientos son efectivos, controlar su presencia en espacios naturales extensos es difícil, tanto por el costo como por el riesgo ecológico de los métodos disponibles.
El impacto ecológico de la invasión de hormigas aguja asiática
La invasión de Brachyponera chinensis genera consecuencias ecológicas significativas más allá del riesgo para la salud humana. Estas especies invasoras reducen dramáticamente las poblaciones de hormigas nativas, que desempeñan funciones cruciales en la dispersión de semillas y el mantenimiento del equilibrio ecológico.
Las especies nativas, particularmente del género Aphaenogaster en el este de EE.UU., transportan semillas equipadas con estructuras nutritivas llamadas eliosomas. Este proceso garantiza la dispersión adecuada de especies vegetales herbáceas y el mantenimiento de la diversidad del sotobosque, según explica USFS.
La organización documentó disminuciones sustanciales en la dispersión de semillas en áreas forestales invadidas por hormigas aguja asiáticas, lo que podría generar efectos negativos a largo plazo en la composición y salud de los ecosistemas forestales.
Qué hacer ante la presencia de estas hormigas
Quienes habitan zonas húmedas, boscosas o ajardinadas deben tener precaución al mover hojas, piedras o madera. También es útil revisar macetas y mantener el entorno limpio para evitar que estos insectos se instalen.
El USFS recomienda a cualquier persona que sufra una picadura y presente síntomas de reacción alérgica, que busque atención médica de forma urgente. “Desafortunadamente, como ocurre con muchas especies invasoras, parece que las hormigas aguja asiáticas han llegado para quedarse”, concluyeron desde el organismo.