Durante una comida con amigos es común que alguien saque la calculadora mental para repartir una ración de croquetas, tequeños o cervezas. Pero lo que parece una simple casualidad en la cantidad de porciones podría estar más pensado de lo que parece. Así lo explica un creador de contenido en TikTok, que ha revelado un curioso truco matemático que muchos restaurantes y bares utilizan para aumentar su facturación: servir raciones con números primos.
Este usuario, que ha compartido el vídeo con tono divulgativo, señala que detrás de algunas decisiones aparentemente aleatorias se esconde una lógica basada en los números primos: “Te voy a contar el secreto que tienen los bares para que con las raciones impares ganen mucho más dinero. Es un truco matemático, pero tranquilos, no va de ecuaciones ni nada de eso, es una cosa super simple”.
¿Por qué los números primos?
La clave está en que los números primos, como el 5 o el 7, solo pueden dividirse entre uno y entre sí mismos. Por ejemplo, si una ración trae cinco croquetas y hay cuatro personas en la mesa, inevitablemente sobrará una, y si se quiere que todos coman la misma cantidad, la única solución será pedir una ración adicional.
“Si un bar os pone una ración de 5 croquetas, o sois cinco amigos y cada uno coge una, o no vais a poder dividirla”, explica el tiktoker. En cambio, si la ración tuviera un número par o divisible por otros números, como 6 o 8, sería más sencillo repartirla entre varios comensales sin necesidad de repetir.
Esta estrategia no se limita a los platos. También se aplica en las bebidas. El creador del vídeo pone como ejemplo los populares cubos de cerveza que se sirven en muchos bares: “Suelen traer 7 cervezas, porque el 7 también es un número primo. O sois 7 amigos y cada uno coge una, o vais a tener que pedir varios cubos para que todo el mundo beba por igual”.
Una estrategia tan simple como eficaz
Aunque pueda parecer anecdótico, el uso de cantidades indivisibles tiene una consecuencia directa: en contextos sociales, nadie quiere quedarse sin su parte ni tener que dividir una pequeña porción por la mitad. Eso lleva a que los grupos tiendan a pedir más, bien para evitar conflictos o simplemente por comodidad.
Esta técnica responde a un patrón de consumo que explota ciertos hábitos colectivos. Comer en grupo implica compartir, y compartir raciones indivisibles genera pequeñas incomodidades que se resuelven pidiendo más. Es una forma sutil, pero efectiva, de aumentar el ticket medio por mesa sin necesidad de subir precios ni alterar recetas.
Estrategias que juegan con nuestra mente
El uso de números primos en la hostelería no es el único truco que aprovecha nuestro comportamiento como consumidores. En los supermercados, por ejemplo, es habitual colocar los productos de primera necesidad (como el pan, la leche o el agua) al fondo del establecimiento. De esta manera, obligan al cliente a recorrer los pasillos y exponerse a más artículos, aumentando las posibilidades de compras impulsivas.
Otra técnica muy extendida es la del precio psicológico, que, aunque en ocasiones pensemos que no, sí, funciona. Un producto que cuesta 4,99 euros suele percibirse como más barato que uno de 5 euros, aunque la diferencia sea mínima. Esta estrategia se basa en cómo nuestro cerebro interpreta las cifras: tendemos a fijarnos en el primer dígito y a redondear a la baja de forma inconsciente. Estas pequeñas manipulaciones, aunque sutiles, pueden tener un gran impacto en el comportamiento del consumidor y en la facturación final de los comercios.