En los últimos años, la colorimetría se ha convertido en una herramienta cada vez más valorada en Perú para mejorar la apariencia personal y proyectar una imagen que se ajuste al estilo, el entorno, la identidad cultural e incluso el estado de ánimo. No solo en Lima, sino también en ciudades como Arequipa, Trujillo y Cusco, talleres de imagen y moda ofrecen servicios de asesoría de color, combinando estudios de tono de piel y preferencias individuales. Además, marcas locales han empezado a usar paletas cromáticas que respetan el clima, la luz local y los rasgos de la población peruana.
Sin embargo, los colores no solo tienen impacto estético: en psicología se ha observado que las preferencias cromáticas pueden reflejar ciertos rasgos de personalidad, estilos cognitivos o rasgos de inteligencia. Al respecto, existen tres colores predominantes que son elegidos con mayor frecuencia por personas consideradas de alta inteligencia, por la conexión entre esos colores y estados mentales como la concentración, la reflexión y la serenidad.
Los 3 colores que prefieren las personas con alta inteligencia
La psicología del color sostiene que los tonos que elegimos, tanto para vestirnos como para decorar nuestros espacios, reflejan nuestra forma de pensar, sentir y procesar el mundo. En el caso de las personas con un coeficiente intelectual alto o con pensamiento analítico desarrollado, hay tres colores que destacan por ser los más elegidos: azul, gris y verde.
1) Azul: el color del pensamiento y la serenidad
El azul es el color que más se asocia con la inteligencia, la calma y la concentración mental. Estudios del Journal of Experimental Psychology señalan que este color estimula la claridad de pensamiento y la productividad, lo que explica por qué muchas personas con alto desempeño académico o profesional lo prefieren. Además, el azul reduce la ansiedad y favorece la estabilidad emocional, cualidades que suelen acompañar a quienes manejan la lógica y la reflexión de manera equilibrada.
Las personas que tienden a elegir el azul suelen ser analíticas, racionales y reflexivas. Se sienten cómodas en ambientes donde prima el orden y la coherencia, y valoran la comunicación tranquila y honesta. No es casual que este tono sea muy usado en entornos laborales o educativos: proyecta confianza y competencia.
2) Gris: el color del pensamiento crítico y la introspección
El gris, aunque a veces se asocia con neutralidad o monotonía, tiene un significado más profundo cuando se observa desde la psicología. Este color representa el equilibrio entre el blanco y el negro, lo que simboliza la capacidad de ver los matices de la realidad y evitar los extremos. Las personas con alta inteligencia suelen sentirse atraídas por el gris porque refleja pensamiento crítico, prudencia y capacidad de análisis.
Este color transmite sobriedad y autocontrol, rasgos comunes en quienes prefieren pensar antes de actuar y que no se dejan guiar por impulsos. Además, el gris inspira introspección: quienes lo eligen tienden a disfrutar de la soledad creativa y la observación profunda.
3) Verde: el color de la creatividad y la armonía mental
El verde es un color que combina la energía del amarillo con la calma del azul, y por eso simboliza equilibrio, crecimiento y renovación. Según la psicología, las personas inteligentes tienden a preferirlo porque favorece la creatividad y la estabilidad emocional. El verde estimula la mente sin generar fatiga, lo que lo convierte en un tono ideal para ambientes de estudio o trabajo.
Además, este color se asocia con la curiosidad intelectual, la empatía y la conexión con la naturaleza. Quienes lo eligen suelen tener pensamiento flexible, sensibilidad artística y gusto por los entornos tranquilos donde puedan reflexionar o aprender cosas nuevas.
Qué significa ser una persona con alta inteligencia
Tener alta inteligencia no se reduce únicamente a un alto coeficiente intelectual (IQ). La psicología moderna entiende la inteligencia como un conjunto de habilidades cognitivas y emocionales que incluyen la capacidad de resolver problemas, adaptarse al cambio, aprender rápidamente, pensar de forma abstracta y comprender a los demás.
Una persona inteligente no solo procesa información con rapidez, sino que también posee curiosidad constante, pensamiento crítico y equilibrio emocional. Por eso, los colores que elige tienden a reflejar calma, lógica y profundidad interior, más que intensidad o extravagancia.