Hay detalles como el estado de la pintura, la claridad de los faros o la apariencia de las llantas pueden marcar una diferencia decisiva al momento de negociar el precio de un auto que está por venderse.
Aunque el motor funcione a la perfección, la estética exterior suele tener un peso considerable a la hora de atraer compradores, así como el kilometraje para muchos juega un rol más preponderante que el equipamiento a fondo o rendimiento del modelo.
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En muchos casos, pequeñas imperfecciones visuales reducen la percepción de valor del vehículo. Por eso, existen productos específicos diseñados para mejorar la apariencia del auto sin necesidad de recurrir a reparaciones costosas.
Pulido de ópticas: una mejora estética y funcional
Uno de los efectos del paso del tiempo y la exposición al sol es el desgaste en los faros, especialmente en los fabricados con policarbonato. La superficie se torna opaca o amarillenta, lo que no solo afecta la estética del vehículo, sino también la intensidad del haz de luz.
Para revertir esta situación, existen kits de restauración de faros que incluyen lijas de diferentes granos, esponjas, ceras pulidoras y, en algunos casos, cintas para proteger la pintura adyacente. El procedimiento es simple y puede realizarse en casa: se lija en seco o húmedo, se pule con una esponja y luego se aplica el restaurador. El resultado: faros considerablemente más claros y una mejor iluminación nocturna.
Reparador de llantas: un retoque clave para una buena impresión
Las llantas, en contacto constante con el asfalto y expuestas a golpes o roces al estacionar, suelen presentar rayaduras o marcas. Si bien no afectan el funcionamiento del auto, sí impactan negativamente en su apariencia general.
Los kits de reparación de llantas permiten disimular esos daños menores. Suelen incluir masillas de relleno para cubrir pequeñas imperfecciones, selladores rápidos y pintura en aerosol metalizada, compatible con distintos tipos de llantas. Con una buena aplicación, es posible devolverle a las ruedas una imagen mucho más cuidada.
Pintura de retoque: una solución simple para rayones superficiales
Pequeños rayones en la carrocería son habituales y, aunque no sean graves, pueden desalentar a potenciales compradores. Para resolverlos, existen pinturas de retoque que permiten disimular estos detalles sin pasar por un taller.
El sistema es similar al de un esmalte de uñas: el envase trae un pincel y la pintura debe coincidir con el color original del auto. El código de color suele encontrarse en el marco de la puerta o en el manual del vehículo. Tras la aplicación, un leve pulido ayuda a unificar la superficie y reducir el contraste. Aunque no reemplaza un trabajo profesional, es una alternativa accesible y rápida para lograr un acabado más uniforme.
En el competitivo mercado de autos usados, la presentación puede valer tanto como el estado mecánico. Estos productos permiten mejorar la imagen general del vehículo con una inversión reducida y sin conocimientos técnicos avanzados.