
Patrick Gelsinger, exdirector ejecutivo de Intel, ha llevado su carrera tecnológica en una dirección inusual al ponerse al frente de Gloo, una empresa dedicada a desarrollar inteligencia artificial aplicada al ámbito religioso. Con una inversión de 110 millones de dólares y orientada al llamado “ecosistema de la fe”, Gloo propone soluciones de software para iglesias, ministerios y organizaciones sin fines de lucro, integrando chatbots y asistentes inteligentes diseñados para automatizar tareas pastorales y de apoyo espiritual.
Gloo y los primeros pasos de la IA con valores cristianos
Bajo el liderazgo de Gelsinger, quien ocupa los cargos de presidente ejecutivo y director de tecnología de Gloo, la plataforma busca llevar los principios cristianos al corazón de la innovación tecnológica. De acuerdo con Gelsinger, “mi misión en la vida ha sido trabajar en una tecnología que mejore la calidad de vida de todos los seres humanos del planeta y acelere la llegada del regreso de Cristo”. Es preciso señalar que sus declaraciones aparecieron en The Guardian.
La empresa ya presta servicios a más de 140.000 líderes y organizaciones religiosas, aunque su base de usuarios no compite en escala con los grandes de la IA generalista —como ChatGPT o Claude—, su objetivo es moldear una inteligencia artificial alineada con creencias específicas.

Gloo desarrolla productos sobre grandes modelos de lenguaje, adaptados doctrinalmente para satisfacer las necesidades de comunidades cristianas. Esta orientación ha coincidido con una nueva ola de influencia religiosa en Silicon Valley, donde han emergido figuras públicas y ejecutivos decididos a integrar la fe con tecnología de vanguardia.
Gelsinger, de hecho, llamó a Silicon Valley “su campo misionero” y ha sido un defensor de iniciativas como Transforming the Bay With Christ.
El paralelismo tecnológico con la imprenta y la convergencia fe-IA
En una ponencia reciente, Gelsinger comparó el avance de la inteligencia artificial con otro hito histórico: la invención de la imprenta y su papel durante la Reforma. Para él, el desarrollo de IA representa “otro momento Gutenberg”, una oportunidad espiritual y tecnológica para cambiar el curso de la historia moderna.

La influencia de Gloo no se limita a la innovación técnica. La empresa invierte y apoya a un creciente ecosistema cristiano tecnológico, visible en iniciativas como el hackathon que organizó junto con la Universidad Cristiana de Colorado, donde más de 600 participantes compitieron por premios que superaron los 250.000 dólares en total.
Desafíos y vulnerabilidades de Gloo
El rápido avance de la plataforma Gloo no ha estado exento de contratiempos. Durante un hackathon, un desarrollador logró que el nuevo modelo de lenguaje de Gloo generara una receta de metanfetamina tras una inyección de instrucciones, lo que evidenció retos en la seguridad y en el control de la información sensible en estos entornos.
La empresa aclaró que estos eventos sirven para detectar vulnerabilidades y mejorar el modelo, que aún se encuentra en fase de pre-beta.
Por otro lado, el mensaje de Gelsinger ya ha generado interés en círculos políticos y religiosos en Washington D.C., donde algunos legisladores han mostrado disposición para que los productos de Gloo sean aplicados en sus propias iglesias.

Gelsinger explicó que la propuesta de una inteligencia artificial cristiana ha sido bien recibida y despertó el interés de líderes del Congreso de Estados Unidos y grupos de defensa legal, aunque no detalló nombres de instituciones o legisladores.
Con Gloo, Gelsinger y su equipo buscan abrir un nuevo camino en la intersección entre tecnología, espiritualidad y comunidad, abrazando la fe como motor de innovación y apostando a que la IA puede desempeñar un papel central en la transformación social y religiosa del siglo XXI.

