Paulo Sergio Nogueira, ex ministro de Defensa de Brasil, compareció este martes ante el Supremo Tribunal Federal (STF) para declarar sobre las advertencias que realizó al entonces presidente Jair Bolsonaro respecto a la “gravedad” de considerar la posibilidad de declarar un ‘estado de sitio’ tras su derrota en las elecciones presidenciales de 2022. Nogueira, quien fue el último ministro de Defensa bajo el gobierno de Bolsonaro (2019-2022), admitió que mantuvo conversaciones con el mandatario sobre las serias implicaciones de una medida tan extrema.
El testimonio de Nogueira fue parte de un interrogatorio realizado por el STF, un componente crítico en el proceso judicial contra Bolsonaro y siete de sus colaboradores, acusados de intentar un golpe de Estado contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien fue el vencedor de las elecciones de 2022.
Durante su declaración, Nogueira confirmó que las advertencias al ex mandatario se dieron después de una reunión en el Palacio de la Alvorada en diciembre de 2022. En esta reunión, Bolsonaro expresó sus sospechas de fraude electoral y exploró, según Nogueira, salidas alternativas para deslegitimar la victoria de Lula.
Durante dicha reunión, Bolsonaro utilizó un proyector para mostrar una lista de “motivos” que, en su opinión, justificarían declarar el estado de emergencia o estado de sitio. Ante eso, Nogueira, acompañado por el entonces comandante del Ejército, Marco Antonio Freire Gomes, se acercó al entonces jefe de Estado para enfatizarle la “seriedad y gravedad” de considerar una medida tan excepcional.
“Cuando concluyó la reunión, me acerqué al Presidente junto con Freire Gomes y lo alerté sobre la seriedad, la gravedad, de que estuviese pensando en un estado de defensa o en un estado de sitio”, afirmó el ex ministro durante el interrogatorio.
Por su parte, Bolsonaro, también interrogado este martes, negó cualquier intento de causar una ruptura democrática tras su derrota, aunque admitió que discutió “posibilidades, alternativas, siempre dentro de la Constitución”. “Finalmente abandonamos cualquier posibilidad”, confesó, explicando que enfrentaron “el ocaso” de su gobierno sin actos de fuerza. Sentado en el banquillo de los acusados junto a sus abogados, Bolsonaro aseguró que reconoció la falta de viabilidad de tales opciones.
El juicio refiere a una importante conspiración para impedir la investidura del presidente Lula da Silva luego de los comicios de 2022. Según la Fiscalía, la trama orquestada por los acusados culminó en los hechos del 8 de enero de 2023, donde miles de partidarios de Bolsonaro asaltaron las sedes del poder en Brasil, incluyendo la Presidencia, el Congreso y el Supremo Tribunal, intentando provocar una reacción de las Fuerzas Armadas que derrocara al nuevo gobierno.
La Primera Sala del Supremo Tribunal, responsable del juicio, logró concluir el interrogatorio de los ocho acusados en tan solo dos de los cinco días previstos para esta fase. Próximamente se consultará a la Fiscalía y a los abogados de los imputados si requieren nuevas diligencias, lo que podría incluir confrontaciones entre los acusados o con testigos ya interrogados.
Una vez finalizado ese proceso, se dará espacio para presentar los alegatos finales de la acusación y las defensas. Finalmente, se espera que la sentencia pueda dictarse entre octubre y noviembre, con penas que podrían variar entre doce y cuarenta años de prisión en caso de resultar en un veredicto de culpabilidad. Este juicio representa una parte crucial de la historia política de Brasil, vinculada a los intentos de desestabilización tras una transición de poder.
(Con información de EFE)