WASHINGTON.- La controvertida decisión de la cadena ABC de sacar del aire “indefinidamente” al programa del popular presentador Jimmy Kimmel por sus comentarios tras el asesinato del activista conservador Charlie Kirk generó una explosiva reacción en cadena en Estados Unidos. Desde políticos a distintas organizaciones y figuras de los medios advirtieron por los riesgos para la libertad de expresión y por un silenciamiento de los críticos del presidente Donald Trump que ya tenía antecedentes.
Los líderes demócratas tomaron el caso Kimmel -que sucedió la misma semana en que el mandatario demandó a The New York Times y a cuatro de sus periodistas por “calumnas y difamación”- para fustigar al gobierno y lanzar severas advertencias.
El miércoles por la noche, el gobernador de California, Gavin Newsom, que meses atrás mantuvo una fuerte pulseada con la administración Trump por el despliegue de la Guardia Nacional en su estado, calificó el despido de comentaristas y la cancelación de programas como “coordinados” y “peligrosos”.
Newsom afirmó que el Partido Republicano “no cree en la libertad de expresión”, y remató: “Te están censurando en tiempo real”.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, señaló que “todos, en todo el espectro político, deberían alzar la voz para detener lo que le está sucediendo a Jimmy Kimmel”.
El senado Chris Murphy, de Connecticut, fue un paso más allá, y alertó que probablemente se trataba del inicio de una campaña para “usar el asesinato de Charlie Kirk como pretexto para usar el poder de la Casa Blanca y eliminar a los críticos de Trump y a sus oponentes políticos”.
“Esta es quizás la primera administración en ilegalizar la comedia”, apuntó el congresista demócrata Ro Khanna.
Kimmel fue suspendido luego de hacer comentarios sobre el asesinato de Kirk durante su monólogo de apertura el lunes por la noche.
“El fin de semana tocamos fondo con la pandilla MAGA intentando desesperadamente presentar al chico que asesinó a Charlie Kirk como algo más que uno de ellos, y haciendo todo lo posible para sacarle rédito político”, dijo el conductor, que al igual que el presentador de CBS Stephen Colbert ha sido un crítico de muchas de las políticas de Trump desde su late night show de ABC.
De esa forma, Kimmel sugirió que el sospechoso del crimen, Tyler Robinson, que se entregó a las autoridades y podría enfrentar la pena de muerte, podría ser un republicano pro-Trump. El presidente acusó a la “izquierda radical” por el homicidio que conmocionó a Estados Unidos.
De visita en Gran Bretaña, Trump celebró la suspensión del presentador. “Buenas noticias para Estados Unidos: el programa de Jimmy Kimmel, con sus bajos índices de audiencia, fue cancelado”, escribió en red Truth Social.
“Felicitaciones a ABC por finalmente tener el coraje de hacer lo que se debía hacer. Kimmel no tiene ni un ápice de talento y tiene peores índices de audiencia que incluso Colbert, si cabe. Eso deja a Jimmy y Seth, dos completos perdedores, en Fake News NBC. Sus índices de audiencia también son pésimos. ¡Háganlo, NBC!“, completó.
La decisión de ABC de suspender a Kimmel se produjo tras las amenazas de uno de los principales funcionarios del mandatario para los medios. El miércoles, Brendan Carr, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés), había advertido que su agencia podría tomar medidas contra ABC debido a las expresiones Kimmel.
Esa advertencia surgió en momentos en que los aliados de Trump libran una feroz campaña nacional contra cualquiera que haya expresado opiniones críticas sobre Kirk tras su muerte. Decenas de personas han sido despedidas o suspendidas de sus trabajos tras un intento de denunciar comentarios publicados en las redes sobre Kirk, señaló The New York Times.
En pie de guerra
Las acciones contra Kimmel ponen de relieve cómo Trump y sus aliados adoptan enfoques muy diferentes respecto a la libertad de expresión en Estados Unidos y Europa.
En respuesta, muchas figuras de los medios de comunicación y de Hollywood se pusieron en pie de guerra contra la suspensión de Kimmel.
El actor Ben Stiller afirmó que la decisión “no es correcta”, mientras que el comediante y presentador del Daily Show Michael Kosta escribió: “Este es un momento crucial en la historia de Estados Unidos. Las cadenas de televisión deben contraatacar. Esto es una completa tontería”.
En un video, la comediante de stand-up y actriz Wanda Sykes afirmó que Trump “no puso fin a la guerra de Ucrania ni resolvió el problema de Gaza en su primera semana, pero sí abolió la libertad de expresión en su primer año”. “Para quienes rezan, ahora es el momento de hacerlo. Te quiero, Jimmy”, añadió.
La actriz Jean Smart, estrella de la serie Hacks, escribió que estaba “horrorizada” por la decisión sobre Kimmel. “Lo que dijo Jimmy fue libertad de expresión, no discurso de odio. Parece que la gente solo quiere proteger la libertad de expresión cuando les conviene”, escribió en Instagram.
“Aunque no estuve de acuerdo en absoluto con Charlie Kirk, su muerte de un disparo me dio asco, y debería haberle dado asco a cualquier ser humano decente. ¿Qué le está pasando a nuestro país?”, se preguntó.
“Es el ataque más directo a la libertad de expresión por parte de actores estatales que he visto en mi vida”, dijo el comentarista político de MSNBC Chris Hayes.
Por su parte, el comediante Mike Birbiglia escribió: “Si eres comediante y no denuncias la locura de retirar a Kimmel del aire, deja de hablar de la libertad de expresión”.
El un comediante, actor y podcaster Paul Scheer, que compartió imágenes recientes del comentarista de Fox Brian Kilmeade pidiendo la muerte de personas con enfermedades mentales y sin hogar, escribió: “Que quede claro. Kimmel ha sido retirado del aire por sus comentarios sobre la politización de un asesinato, pero esto está totalmente bien”. Kilmeade se disculpó posteriormente por sus comentarios “extremadamente insensibles”.
ABC, que ha transmitido el programa nocturno de Kimmel desde 2003, actuó con rapidez después de que Nexstar Communications Group anunciara la cancelación del programa, al alegar que los comentarios de Kimmel sobre la muerte de Kirk “fueron ofensivos e insensibles en un momento crítico de nuestro discurso político nacional”.
La Fundación para los Derechos Individuales y la Expresión afirmó que el momento de la decisión de ABC, tras los comentarios de Carr, “lo dice todo”.
“Otro medio de comunicación se debilitó bajo la presión del gobierno”, declaró el grupo defensor de la libertad de expresión. “No podemos ser un país donde los presentadores de programas nocturnos de entrevistas trabajen a la merced del presidente. Pero hasta que las instituciones se afirmen y aprendan a resistir la presión del gobierno, ese será el país que seremos”, agregó.
Truth Wins Out (TWO), una organización sin fines de lucro dedicada a denunciar el extremismo, señaló que la medida formaba parte de una “cruzada de la cancelación” de la derecha que “usó la indignación como arma para silenciar la disidencia e intimidar a los medios de comunicación”.
“Este es un nuevo macartismo que ha expandido los límites de la ‘conciencia’ a dimensiones antes inimaginables. Está paralizando a la prensa libre y castigando a quienes dicen la verdad”, advirtió TWO.