La presidenta de Farmaindustria, Fina Lladós, ha apostado por tener un sistema de autorregulación «riguroso, actualizado, preventivo y transparente» que genere confianza y credibilidad en la industria farmacéutica ante la sociedad.
«Para ello, necesitamos la colaboración directa con las autoridades sanitarias competentes, especialmente de la Comunidad de Madrid y de la Generalitat de Cataluña, donde operan la mayoría de nuestras compañías», ha señalado Lladós durante la inauguración de la jornada ‘Cómo contribuye el Sistema de Autorregulación de la Industria Farmacéutica a la sociedad’.
En este punto, la presidenta de Farmaindustria ha destacado el convenio de colaboración firmado entre el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña y Farmaindustria en materia de actividad publicitaria en vigor desde enero de 2024. «También, quiero mencionar a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid por todo su apoyo a nuestro Sistema de Autorregulación», ha agregado.
Farmaindustria ha organizado esta jornada en el marco de la celebración de la Semana del Código de Buenas Prácticas. Durante el encuentro, representantes de administraciones autonómicas, profesionales sanitarios, pacientes e industria farmacéutica han analizado el impacto del sistema de autorregulación en las compañías farmacéuticas y los agentes que se relacionan con ellas, así como su evolución en los últimos 20 años.
Según explican desde Farmaindustria, en el año 2001 se puso en marcha el sistema de autorregulación, cuya base es el código de buenas prácticas de la industria farmacéutica, que entró en vigor en el año 2002, y que fue actualizado por última vez en junio de 2023.
Se trata de un conjunto de normas que tienen el propósito de garantizar que la información que se pone a disposición de los profesionales de la sanidad en la promoción de los medicamentos sea completa, inmediata y veraz y, a la vez, asegurar que las relaciones que las compañías y los profesionales sanitarios establecen se desarrollan respetando estándares éticos.
El código forma parte desde entonces de las obligaciones que todas las compañías farmacéuticas, miembros de Farmaindustria o adheridas al sistema de autorregulación, tienen que cumplir y por tanto son parte de sus políticas y procedimientos.
«Quiero destacar que gracias a este sistema de autorregulación hoy tenemos un sector cada vez más volcado en el trabajo conjunto con los pacientes, con la formación continuada de los profesionales sanitarios, y a la vez en continuo diálogo con la Administración en busca de soluciones», ha subrayado Lladós.
Asimismo, la presidenta de Farmaindustria ha recordado que el sector apostó hace más de 20 años por la autorregulación en esta materia: «Las compañías farmacéuticas quisieron anticiparse en esta cultura de las buenas prácticas y ofrecer de manera voluntaria una respuesta a las demandas de los grupos de interés y la sociedad en general para establecer criterios y normas de conducta que garantizaran la confianza y credibilidad en nuestro sector».
«De ahí nació el sistema de autorregulación, y creo que procede reconocer que el alma de el sistema que tenemos hoy es José Zamarriego y que continua inspirándonos y tener presentes dos grandes principios: confianza e integridad y otros cuatro principios básicos: respeto, legalidad prevención y transparencia», ha manifestado Lladós.
Durante la inauguración de la jornada también ha participado la viceconsejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Laura Gutiérrez, quien ha asegurado que el código de buenas prácticas se ha convertido en un modelo para otros sectores. «Se trata de asumir un compromiso con la ética, los pacientes y la sociedad», ha expresado.
«Los códigos de autorregulación son más necesarios que nunca porque garantizan que la promoción de los medicamos y las organizaciones sanitarias se desarrollan bajo los principios éticos y de responsabilidad», ha argumentado.
EL SISTEMA DE AUTORREGULACIÓN EN LAS COMPAÑÍAS
La jornada ha contado con la participación de representantes de compañías farmacéuticas que han expuesto su valoración sobre la evolución del sistema de autorregulación en los últimos 20 años.
Así, el director general de AbbVie, Felipe Pastrana, ha indicado que el sistema de autorregulación ha permitido una manera de establecer un «terreno de juego claro para todos», a la vez que ha reivindicado que «no todas las industrias y las compañías lo tienen», por lo que, a su juicio, «el sector debe estar orgulloso».
«A nosotros nos ha cambiado positivamente porque gracias a él sabemos cómo actuar. Además, ha conseguido generar un proceso y unas practicas transparentes, confiables y predecibles», ha apuntado Pastrana.
Por su parte, el director general de Merck, Manuel Zafra, ha indicado que el código de buenas prácticas ha transformado su compañía, así como a la industria farmacéutica. «Ha profesionalizado la manera en la que nos relacionamos con los profesionales sanitarios y las asociaciones de pacientes. Además, ha cambiado la forma en la que tomamos la decisiones estratégicas y de negocio. Nos ha ayudado a legitimarnos como industria», ha manifestado.
Por último, la directora general de Daiichi Sankyo, Inmaculada Gil, ha afirmado que el sistema de autorregulación es un ejercicio de corresponsabilidad y que fomenta la cultura de integridad: «Donde nos sentimos orgullosos de lo que hacemos y cómo lo hacemos. Somos capaces de responder ante cualquiera de lo que hemos hecho», ha agregado Gil.
IMPACTO EN LOS AGENTES DEL SISTEMA SANITARIO
En cuanto al impacto del sistema de autorregulación en los agentes del sistema sanitario, el presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), Marcos Paulino, ha manifestado que gracias al código de buenas prácticas «existen unas reglas de juego para saber a qué se juega». «Es un código vivo que se puede adaptar en función de la comunicación», ha añadido.
«Con la inversión que se hace y el flujo de conocimiento, ahora somos mejores médicos y tenemos una mejor calidad de vida de los pacientes, y el papel de la industria y la regulación es clave para seguir progresando», ha resaltado.
Tras ello, el subdirector general de Ordenación y Calidad Sanitarias y Farmacéuticas del Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña, Manel Rabanal, ha indicado que la «confianza» y el «compromiso» es la base de la relación entre la industria y la Administración.
«Confiamos en la autorregulación siempre, así como en el compromiso mutuo de llegar siempre a acuerdos. Además, mostramos nuestro compromiso para que cuando salga nuevas normativas se contemple la valoración de la industria», ha comentado Rabanal.
Por su parte, la presidenta de la Plataforma de Pacientes (POP), Carina Escobar, ha subrayado que la relación entre la industria y las asociaciones de pacientes es «fundamental». No obstante, ha propuesto que se debe entender cómo han evolucionado las asociaciones de pacientes en los últimos años, para buscar indicadores comunes y conseguir mejores resultados en la relación con la industria.