Tras el doble femicidio de Luna Giardina (26) y Mariel Zamudio a manos de Pablo Rodríguez Laurta el último fin de semana en Villa Serrana, Córdoba, habló la hermana de la joven, contó cómo vivían las víctimas y aseguró que “siempre tenían miedo” de que el asesino apareciera.
“Los últimos años de Luna fueron vivir atemorizada, aterrorizada; Mariel también. Siempre tenían miedo. Tenían que criar a mi sobrino (por el niño de cinco años que fue secuestrado por Laurta y luego rescatado por autoridades en Gualeguaychú, Entre Ríos) en esa burbuja de miedo”, dijo en diálogo con Cadena 3 e insistió: “Siempre con miedo de que ese tipo pudiera aparecer por cualquier lado; yo creo que presintiendo que este final podría llegar”.
Laura, que vive en Chile pero viajó a Córdoba para acompañar a Pedro, ahondó en su mirada sobre el asesino y expresó: “Este ser (por Laurta) no tenía indicio de humanidad. Cuando vivían en Uruguay la tenía presa básicamente. Ella logró escaparse y volver a Córdoba y ahí nos enteramos de todo lo que había vivido”. Y detalló: “Ella ni podía hablar por teléfono con su madre o conmigo. Ya lo venía padeciendo hace mucho tiempo”.
Respecto al futuro del niño de cinco años y quién podría criarlo en el futuro, Laura se limitó a decir: “Lo tienen que determinar las instituciones a cargo. Hay que esperar a que todo transcurra y esperar lo mejor para él. Lamentablemente, con mi hermana y con Mariel ya no se puede hacer nada”.
Por otro lado, insistió en las denuncias que había hecho Luna en la Justicia ante el acoso que sufría por parte de Laurta. “Mi hermana presentaba una y otra vez su miedo. En teoría, la estaban ayudando”.
“Hay que empezar a darle al niño una tranquilidad con la que hasta ahora no creció”, cerró.
El crimen
Giardina, de 26 años, y su madre Zamudio, de 54, fueron asesinadas el sábado en el barrio Villa Serrana en la provincia de Córdoba. El acusado de asesinato es Pablo Rodríguez Laurta, de nacionalidad uruguaya, quien tras cometer el crimen huyó con su hijo, Pedro, de 5 años.
Fue detenido en un hotel de Gualeguaychú, cuando intentaba cruzar la frontera hacia su país.
Previo al crimen de su exmujer y exsuegra, el sospechoso había contratado a Martín Sebastián Palacio -chofer de la empresa Uber-, quien viajó desde Buenos Aires para buscarlo por Entre Ríos y llevarlo a Córdoba. Palacio fue encontrado descuartizado en Concordia.
La investigación de la causa está a cargo del fiscal Gerardo Reyes. Laurta, acusado por doble femicidio y el secuestro de su hijo, quedará detenido en la cárcel provincial de Bouwer, donde será sometido a pericias psiquiátricas.
Este miércoles, Laurta rompió el silencio y señaló que actuó “por justicia”. Sin embargo, al llegar a Concordia, volvió a hablar y declaró ante la prensa: “Hay que venerarlo; es un mártir”.