En las últimas horas trascendió que el gobierno nacional buscaría desplazar al juez federal de La Plata Ernesto Kreplak, que interviene en la causa del fentanilo contaminado procedente de los laboratorios Ramallo y HLB Pharma, que causó un brote infeccioso con casi un centenar de muertes asociadas. El pedido se haría a través de la querella representada por el Ministerio de Salud de la Nación. Según fuentes de la cartera sanitaria nacional, esa medida aún está “bajo análisis”.
La recusación, según pudo saber LA NACION de fuentes gubernamentales, será “por su vínculo familiar con el ministro Nicolás Kreplak”, a quien en la Casa Rosada se definió como el “principal comprador de HLB Pharma”, por su función como responsable estatal de la Salud en la provincia. Nicolás Kreplak, hermano menor del juez federal, es ministro de Axel Kicillof desde el 28 de julio de 2021, cuando asumió en lugar de Daniel Gollán.
Frente a este señalamiento, fuentes vinculadas al Ministerio de Salud bonaerense respondieron a LA NACION que, en primer lugar, la posible recusación del juez Kreplak no es un tema sobre el que deban opinar. “Se hizo un sorteo y el magistrado salió sorteado. Si continúa al frente de la causa o no, no es un asunto relevante para nosotros ni sobre el que tengamos que dar una opinión”, sostuvieron. En segundo orden, resaltaron que se intenta poner un manto de sospecha sobre la administración bonaerense, que solo responde a cuestiones políticas y no sanitarias.
“Estamos en el ojo de la tormenta por cuestiones políticas. Hay provincias cuyo único proveedor es HLB Pharma y no se las señala. En la provincia de Buenos Aires era un proveedor, entre muchos otros”, insistieron. A la vez, resaltaron que la responsabilidad de controlar la fabricación y trazabilidad de los medicamentos es de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), dependiente del Gobierno.
En ese sentido, destacaron que el ministro Kreplak “no está investigado, el ministerio no está investigado y en los hospitales públicos provinciales no hubo casos vinculados” al lote contaminado con fentanilo. También recordaron que HLB ya era proveedor de la cartera sanitaria bonaerense antes de que Kreplak asumiera como titular.
Las fuentes explicaron que HLB Pharma es proveedor de otras 12 provincias y que, en el caso bonaerense, sus adjudicaciones se dieron a través de procesos de licitación. “Se presentan y ganan por precio, como en todas las licitaciones. En la compra anual se presentaron a muchas y ganaron en la mitad de los casos”, indicaron.
Contra la Anmat
A mediados de 2024, detallaron, el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires sancionó a AlPharma, una droguería vinculada al laboratorio, por incumplimiento de la licitación. Pero aclararon que la cartera solo puede aplicar multas por fallas en cuestiones, por ejemplo, logísticas, mientras que cualquier problema con un medicamento debe ser denunciado a la Anmat. En este sentido, afirmaron que nunca tuvieron que realizar una denuncia ante ese organismo por fallas en la seguridad de un producto.
“Nunca tuvimos un problema de calidad. La trazabilidad y el control de los medicamentos es responsabilidad de la Anmat. Imaginate si cada jurisdicción tuviera que controlar cada cosa que compra: sería imposible”, subrayaron. Además, remarcaron que, cuando se conoció el problema con el fentanilo contaminado, “retiramos el producto tal como lo pidió la Justicia”.
Por último, insistieron en que la principal responsabilidad es de la Anmat –dependiente del gobierno nacional– y señalaron que, por motivos que deberán ser investigados, las aparentes irregularidades en la producción de medicamentos como el fentanilo no fueron detectadas.
En ese sentido, tal como publicó LA NACION, documentos internos de la Anmat revelan que este organismo conocía desde noviembre de 2024 las graves deficiencias en la fabricación de medicamentos para HLB Pharma en Laboratorios Ramallo SA, ambas empresas pertenecientes a los hermanos García Furfaro. No obstante, recién dispuso inhibir su actividad productiva el 10 de febrero de 2025, semanas después de que salieran a la venta los lotes de fentanilo que hoy están bajo sospecha por la muerte de pacientes.
El informe del organismo detalla que entre el 28 de noviembre y el 12 de diciembre de 2024 inspectores del Instituto Nacional de Medicamentos (Iname) detectaron “deficiencias significativas clasificadas como críticas y mayores” en todas las áreas clave de la planta ubicada en Ramallo, provincia de Buenos Aires. Las fallas comprometían directamente “la calidad, seguridad y eficacia de los productos elaborados”.
Las irregularidades incluían problemas en la validación de procesos, documentación deficiente, falencias en el control de calidad, malas prácticas en depósitos y en la gestión de recursos humanos, según el texto oficial. A pesar de la gravedad de las observaciones, la producción continuó.
Los lotes con bacterias fueron elaborados el 18 de diciembre de 2024, luego de la inspección de Anmat, y salieron a la venta a fines de ese mismo mes. Para esa fecha, la Anmat ya había constatado que el laboratorio incumplía las “Buenas Prácticas de Fabricación” vigentes según la Disposición 4159/23.
Desde el Ministerio de Salud nacional, informaron a LA NACION que se creó una suerte de comisión investigadora para estudiar tanto los procesos como los pasos tomados administrativamente. Fueron designadas tres personas ad honorem, que se encontrarían realizando análisis del personal y los directores, aunque todavía no se conocen resultados.