El diario británico Financial Times examinó este sábado los planes de la administración de Donald Trump para impulsar la adopción del dólar en otros países como parte de una estrategia global destinada a contrarrestar la influencia china. En ese contexto, la Argentina aparece mencionada como una pieza clave.
La publicación —con las firmas de Claire Jones, Amelia Pollard y Joseph Cotterill— sostiene que, bajo la consigna de “Paz a través de la fortaleza económica”, funcionarios republicanos exploran “cómo alentar a más países a adoptar el dólar como su moneda principal” y así fortalecer los lazos con gobiernos afines en la región y respaldar modelos de apertura y estabilidad monetaria, como el que impulsa Javier Milei.

Según el texto, funcionarios del Tesoro y de la Casa Blanca mantuvieron reuniones durante el verano boreal con Steve Hanke, profesor de la Universidad Johns Hopkins y reconocido especialista en dolarización, para explorar “formas de promover el uso del dólar como moneda principal en economías extranjeras”.
“El gobierno está tomando esta política muy en serio, aunque aún está en desarrollo. No se han tomado decisiones finales”, dijo Hanke al Financial Times.
El análisis señala que las conversaciones sobre dolarización se producen en paralelo a los esfuerzos de Washington por estabilizar los mercados argentinos, tras las recientes turbulencias financieras y el nuevo apoyo de US$20.000 millones otorgado por el Tesoro estadounidense. Hanke considera que la Argentina —junto con Líbano, Pakistán, Ghana, Turquía, Egipto, Venezuela y Zimbabue— figura entre los países más propensos a adoptar el esquema.
Avance chino
El artículo también indica que la estrategia trumpista está alineada a la preocupación generada por el avance de Pekín y su intento de reducir el papel del dólar en el comercio internacional. Una “figura política vinculada a la Casa Blanca”, citada por Hanke, habría explicado que existe un grupo “de alto nivel interesado en reforzar el rol internacional del dólar” y en fomentar la expansión de stablecoins respaldadas por esa divisa.
Un vocero de la Casa Blanca confirmó los encuentros con Hanke, pero aclaró que la administración “no ha tomado ninguna decisión oficial”. “El presidente Trump ha reafirmado repetidamente su compromiso con mantener la fortaleza y el poder del dólar”, sostuvo el portavoz Kush Desai, quien subrayó que las consultas con expertos externos “no deben interpretarse como posiciones de política oficial”.
El Financial Times recuerda que Argentina ya experimentó un régimen de convertibilidad con el dólar entre 1991 y 2002, que colapsó tras el default de 2001. Hanke —quien asesoró en aquel entonces sobre el diseño de ese sistema— afirmó que la dolarización “sigue siendo una salida lógica” para economías que padecen desconfianza crónica en su moneda.
El economista estimó que el 76% de la deuda acumulada por Argentina desde 1995 se “esfumó” por la fuga de capitales, y advirtió que los sucesivos rescates financieros “no alcanzan para generar el flujo de inversión necesario”.
El texto menciona además que la dolarización fue una de las promesas centrales de campaña de Javier Milei antes de las elecciones presidenciales de 2023, aunque el ministro de Economía, Luis Caputo, la descartó recientemente como opción inmediata por la falta de reservas suficientes.
De todos modos, algunos analistas consultados por el diario británico coinciden en que, pese a la estabilización reciente del mercado tras la victoria legislativa del oficialismo, una adopción formal del dólar parece aún lejana, ya que requeriría un respaldo de reservas mucho mayor.

En ese escenario, el Financial Times señala que los inversores esperan una transición gradual hacia un esquema cambiario más flexible, con el apoyo de Estados Unidos y del Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, advierte que mantener el peso dentro de una “banda de flotación” demasiado rígida fortaleció artificialmente la moneda, frenando la inflación a la vez que limitando el ingreso de dólares.
“La tasa de retorno tendría que estar en la luna”, ironizó Hanke al describir la dificultad estructural del país para sostener su deuda mientras la confianza en el peso se erosiona.
