Una fiesta entre adolescentes realizada el pasado domingo 4 de mayo en la comunidad indígena de San Pedro Cuitlapan, municipio de Tlacoachistlahuaca, Guerrero, provocó controversia nacional tras viralizarse como una supuesta boda infantil. En redes sociales circularon imágenes y videos del evento, atribuido a una ceremonia matrimonial entre Natalia y Miguel, jóvenes de 16 y 17 años.
Las fotografías fueron compartidas inicialmente en Facebook por el fotógrafo Willy Paz, quien fue contratado para cubrir la celebración. Tras el revuelo generado, el martes 6 de mayo, el autor de las imágenes ofreció su versión de los hechos.
“¡Buenos días! familia de Facebook y públicos que nos siguen a esta página, agradezco a los seguidores por compartir mi foto DE UNA BODA del 05 de mayo del presente año, muchos lo tomaron con una buena intención y otros empezaron a serlo tipo burla y aclaro que no fue una boda forzada como dicen los internautas o páginas que lo tomaron como una imagen de ellos y los chavos tienen de 16/17años y no 12años. Pido que se eliminen las fotos que han causado problemas, respetando así la privacidad y la dignidad de los novios y familiares de ellos. ¡Gracias!”, publicó Paz en su perfil.
Por su parte, Roberto Barreto Bohórquez, titular de la Coordinación Técnica del Sistema Estatal del Registro Civil, negó que se haya celebrado una boda legal o informal. “Lo que pasó ahí fue una fiesta organizada por las familias para festejar que los jóvenes son novios y quizá se prometieron casarse en el futuro. No hubo ningún acto de matrimonio, ni formal ni informal”, explicó el funcionario.
Pese a estas aclaraciones, la bancada de Morena en el Congreso del Estado emitió un pronunciamiento en el que exige una investigación a fondo sobre el evento. “Desde el Congreso del Estado reiteramos que el matrimonio infantil en Guerrero está prohibido, así como cualquier tipo de cohabitación forzada entre menores de edad, por lo que exigimos que se hagan cumplir las leyes”, indicó el comunicado.
Desde 2022, el Congreso de Guerrero reformó el Código Civil estatal para armonizarlo con la legislación federal, estableciendo que la edad mínima para casarse es de 18 años sin excepciones. Además, la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes prohíbe cualquier forma de matrimonio o convivencia forzada entre menores.
De acuerdo con la normativa vigente, obligar a menores a unirse en matrimonios o relaciones equiparables se castiga con penas de cinco a quince años de prisión. Aquellos que gestionen o se beneficien de estas prácticas pueden enfrentar hasta diez años de cárcel.
Según datos de la ONU, México es el octavo país con mayor índice de matrimonios infantiles en el mundo. Guerrero, junto con Chiapas y Oaxaca, concentra el mayor número absoluto de mujeres indígenas unidas antes de cumplir los 18 años.