La vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, expresó su respaldo al reciente encuentro entre el presidente Gustavo Petro, los líderes de las altas cortes y el Congreso, en el que se firmó un acuerdo para promover el diálogo y rechazar la violencia.
En un mensaje difundido a través de la red social X, Márquez destacó la importancia de “desarmar y armonizar la palabra” y manifestó su solidaridad con el senador Miguel Uribe Turbay, quien se encuentra en estado crítico tras un atentado.
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En su declaración, Márquez subrayó su apoyo a la iniciativa liderada por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), que convocó a los representantes de las ramas del poder público a un encuentro en la Curia Arzobispal.
Según la vicepresidenta, esta reunión representa un llamado a “escucharnos, valorarnos y respetarnos en humanidad”, al tiempo que rechazó cualquier forma de violencia como mecanismo para resolver conflictos políticos y sociales.
“Aceptamos la invitación de la Conferencia Episcopal de Colombia, suscrita por altas autoridades del Estado, a desarmar y armonizar la palabra”, escribió Márquez en su mensaje.
Uno de los puntos más destacados del pronunciamiento de Márquez fue su preocupación por la salud del senador Miguel Uribe Turbay, quien sufrió un atentado el pasado 7 de junio. La vicepresidenta expresó su solidaridad con el legislador y su familia, uniéndose a las oraciones por su recuperación.
“Me uno a las oraciones por la vida de Miguel Uribe Turbay y por quienes en todos los territorios del país sufren hoy a causa de la violencia”, afirmó. Según el último parte médico, el estado de salud de Uribe Turbay es “extremadamente crítico” debido a un edema cerebral tras una segunda intervención quirúrgica.
El encuentro en la Curia Arzobispal culminó con la firma de un acuerdo entre el presidente Petro, los presidentes del Senado, Efraín Cepeda, de la Cámara de Representantes, Jaime Salamanca, de la Corte Constitucional, Jorge Enrique Ibáñez, y de la Corte Suprema de Justicia, Octavio Augusto Tejeiro.
También participaron otras figuras clave como el procurador general, Gregorio Eljach, el contralor general, Carlos Rodríguez, la defensora del Pueblo, Iris Marín, y el registrador nacional, Hernán Penagos. El documento firmado establece un compromiso conjunto para fomentar el respeto, la hermandad y el rechazo a la violencia en el país.
El discurso de Gustavo Petro y la reunión en la Conferencia Episcopal de Colombia
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, reiteró su postura sobre la reforma laboral que actualmente se discute en el Senado, enfatizando que cualquier acuerdo debe respetar el texto aprobado previamente por la Cámara de Representantes.
A través de un mensaje en redes sociales, el mandatario expresó que el objetivo es avanzar en medidas progresistas sin retroceder en los consensos alcanzados.
“No estamos aquí para perjudicar a la gente humilde y trabajadora, solo por fortalecer unos privilegios”, afirmó Petro, en un contexto marcado por tensiones políticas y sociales.
De acuerdo con la Conferencia Episcopal de Colombia, el pronunciamiento del presidente se produjo pocas horas después de un encuentro promovido por la Iglesia Católica, que reunió a representantes de las tres ramas del poder público.
La reunión, realizada en el Palacio Arzobispal, buscó reducir la confrontación política y promover un diálogo respetuoso tras el atentado contra el senador de oposición Miguel Uribe Turbay, quien se encuentra en estado crítico tras una cirugía.
En el evento participaron, entre otros, el presidente del Congreso, Efraín Cepeda, y los magistrados de las altas cortes, aunque algunos funcionarios, como el presidente del Consejo de Estado y la fiscal general, no pudieron asistir por compromisos previos.
La reforma laboral enfrenta un plazo límite para su aprobación y conciliación, que vence el 20 de junio. Según la ley quinta de 1992, que regula el funcionamiento del Congreso, si no se logra este objetivo, el proyecto será archivado al cumplir su segunda legislatura.
Aunque el gobierno insiste en mantener el texto aprobado por la Cámara, el Senado ha planteado la necesidad de moderar algunos puntos debido a preocupaciones sobre su impacto en el sector empresarial, el empleo y la informalidad. El debate se ha complicado progresivamente, lo que pone en riesgo la viabilidad de la iniciativa.
En su mensaje, Petro también abordó las acusaciones relacionadas con el atentado contra Miguel Uribe, rechazando cualquier insinuación de responsabilidad por parte de su gobierno.
“No es cierto que seamos responsables del atentado al senador Uribe solo por defender los derechos de los trabajadores”, afirmó.
Según el mandatario, el ataque fue orquestado por actores que buscan mantener rentas ilegales y perjudicar al pueblo trabajador. Además, subrayó que los trabajadores colombianos han sido históricamente víctimas de violencia, y no sus perpetradores.
