La conmemoración del aniversario número 79 del nacimiento de Freddie Mercury se convierte este año en una oportunidad para abordar una problemática persistente en Argentina: el 45% de los diagnósticos de VIH en el país aún se realizan de manera tardía. En este contexto, la Fundación Huésped y Artlab organizan el evento que dieron en llamar Freddie for a Day en Buenos Aires, una propuesta que une música, memoria y compromiso social para transformar la realidad de quienes viven con el virus.
El próximo viernes 5 de septiembre, a las 19:00, en la web del espacio Artlab donde se realizará el encuentro, ubicado en Roseti 93, de la Ciudad de Buenos Aires, será el escenario de una experiencia sonora inmersiva dedicada a celebrar la vida y el legado de Freddie Mercury. La conducción estará a cargo de Maitena Aboitiz, quien acompañará a los asistentes en un recorrido por los clásicos de Queen a través de un sistema de sonido único. El evento, que se enmarca en la iniciativa internacional Freddie for a Day, se replica en ciudades como Londres, París, Tokio, Nueva York y Berlín, consolidando un homenaje global al icónico vocalista.
La propuesta tiene un fin solidario: cada entrada, con un valor de $14.000, equivale a un test de VIH y permite que más personas accedan a un diagnóstico temprano y gratuito. La organización destaca que saber a tiempo si se vive con VIH salva vidas, ya que con el tratamiento adecuado la expectativa y calidad de vida se equiparan a las de cualquier persona, y no existe riesgo de transmisión sexual. Las entradas pueden adquirirse a través del enlace proporcionado por la Fundación Huésped.
Desde 1989, Fundación Huésped trabaja en Argentina y la región para garantizar el derecho a la salud y el control de enfermedades, desarrollando investigaciones, soluciones prácticas y estrategias de comunicación vinculadas a las políticas de salud pública. Su labor integral busca reducir el estigma y promover el acceso a diagnósticos y tratamientos oportunos.
La historia personal de Freddie Mercury ilustra el impacto del VIH/SIDA en una época marcada por el desconocimiento y la discriminación. El líder de Queen recibió el diagnóstico de VIH en 1987, pero mantuvo la información en secreto, compartiéndola solo con su círculo íntimo. Mercury optó por hacer pública su condición apenas un día antes de su muerte, mediante un comunicado emitido el 23 de noviembre de 1991, en el que afirmó: “Siempre he sido muy reservado con mi vida privada, pero ha llegado el momento de que mis amigos y fans sepan la verdad”. Falleció el 24 de noviembre de 1991 a causa de una bronconeumonía, complicación derivada del sida.
Durante los años en que convivió con la enfermedad, Mercury continuó trabajando en la música, a pesar del deterioro progresivo de su salud. Sus compañeros de banda y amigos respetaron su deseo de privacidad, optando inicialmente por negar su estado para protegerlo del acoso mediático y el prejuicio social. En sus últimos meses, el cantante decidió suspender la medicación que le ayudaba a sobrellevar la enfermedad, limitándose a tomar calmantes. El anuncio de su diagnóstico y su fallecimiento generaron un fuerte impacto internacional, contribuyendo a visibilizar la lucha contra el VIH/SIDA en un contexto de estigmatización y acceso limitado a tratamientos efectivos.
Freddie Mercury se ha convertido en un símbolo de la visibilización del VIH/SIDA, y su legado sigue inspirando iniciativas como Freddie for a Day, que buscan combinar el poder de la música con la acción social para promover el diagnóstico temprano y combatir el estigma asociado a la enfermedad.