“Tírate a la pileta, no mires cuánta agua tiene”, es la frase que Elías Viñoles le escuchó decir en varias ocasiones a sus padres, quienes no solo lo alentaron a ir por sus sueños, sino también lo acompañaron. Así fue que a sus 11 años dejaron Neuquén y se instalaron en Buenos Aires, donde estudió teatro con Valeria Lynch durante tres años. Tras haber demostrado su talento en distintos proyectos de Argentina, su espíritu aventurero lo llevó a buscar nuevas oportunidades en 2017 a los Estados Unidos. “Siempre tuve esa cosa interna de curiosidad. Y eso un poco me hizo viajar sabiendo lo que significaba el hecho de emigrar y de llevar consigo mismo la cultura de uno”, contó en diálogo con LA NACION sobre su experiencia en el exterior, la misma que comenzó hace nada más y nada menos que ocho años.
Su instinto nómade lo llevó a querer adentrarse en otros horizontes, sumergirse en una nueva cultura y tratar con grupos que diferían de los suyos. Pero Elías no estaba solo, llevaba consigo una carrera, la misma que había puesto en stand-by en su país de origen, cuando estaba en pleno apogeo. “Fue un momento en el que hubo un pequeño bachecito. Terminé de trabajar con Ricky Pashkus (director de teatro) en una obra hermosa que estábamos haciendo en el Cultural San Martín y dije ‘bueno, quizás este es el momento de armar las valijas’”, señaló sobre su decisión y continuó: “No creo que fuese algo demasiado de cranear. Quizá, internamente, en algún recoveco lo venía macerando”.
La adaptación fue rápida y sabía que al principio le iba a tocar trabajar en un rubro que no era el suyo, algo por lo que, como dijo él, “no se le iban a caer los anillos”. “Hasta ese momento de mi vida, a mí no me había tocado mutar porque había tenido la fortuna de haber arrancado muy chico mi carrera como actor y de haber tenido una buena racha de proyectos, hasta que llegué acá y dije: ‘Wow, este costado no lo conocía’”, se sinceró sobre aquella experiencia, la cual señaló que también fue rica para su carrera como actor. “¿Cómo podés contar una historia con verdad de una persona que está pasando algo completamente rutinario, mundano, si vos creciste toda tu vida en un ámbito casi medio privilegiado?“, cuestionó.
“Acá tuve que hacer de todo, desde manejar Uber hasta trabajar en una empresa de eventos como embajador de una marca, de la que sos cara del producto… New York es un poco la ciudad de los eventos y de los estrenos, así que hice muchas cosas de esas; también trabajé en una financiera y, como no soy muy afín a los números, me hizo ponerme en un lugar en el que nunca me imaginé”, subrayó.
Como dice el refrán, “Dios está en todos lados, pero atiende en Buenos Aires”; algo similar le pasó a Elías con Nueva York, donde se instaló en 2022 después de haber probado suerte en Miami y vivido un año y medio en Los Ángeles. Tal como contó, sentía que la ciudad californiana era un lugar en el que todo estaba muy esparcido y se le volvía difícil hacer networking -nombre con el que se llama al proceso en el que se trata de construir una red de contactos que puedan ser útiles en diferentes ámbitos de la vida, como el laboral, empresarial o académico-; sin embargo, no ocurrió lo mismo en la ciudad más poblada de los Estados Unidos, el lugar que creyó el mejor para sacar a relucir “su valijita de actor”.
“Pude mostrar y dar a conocer mi trabajo, lo que me hizo también tener una agencia, un manager que me represente, y empecé a audicionar… Son industrias distintas, pero en realidad el fin es el mismo, que es ser lo más genuino posible como actor”, señaló. Es que el historial que desglosó en el país norteamericano dejó ver su versatilidad para interpretar distintos personajes.
Elías comenzó a trabajar en la televisión argentina en el 2003 y lo hizo de la mano de Cris Morena, quien lo adoptó para darle vida a “Dante” en Rebelde Way. Un año más tarde y con tan solo 15 años, Pablo Trapero lo llamó para que formara parte del elenco principal de la película Familia Rodante, la comedia dramática que reunió a cuatro generaciones de una familia para recorrer juntos Argentina por ruta y asistir a la boda de un pariente. Pero eso solo sería el comienzo, en 2005 formó parte de ½ falta y a los 17 años ya era uno de los galanes de Sos mi vida, la telenovela que protagonizaron Natalia Oreiro y Facundo Arana y que alcanzó los 26,9 puntos de rating. Ese papel lo llevó a hacer su primer protagónico en Romeo y Julieta junto a Brenda Gandini. Además, se destacó en otros títulos como Atracción x4 (2008), Los únicos (2011) y Señores Papis (2014).
Además de lucirse en la pantalla chica y grande, hizo también su camino sobre tablas y la última vez que se subió a estas en Argentina fue en 2016, con Hombre viajando en taxi (2016). Sin embargo, esa no fue una despedida, ya que una vez instalado en Nueva York audicionó en más de una oportunidad para producciones de Broadway y encabezó varios proyectos en Off Broadway. Actualmente, forma parte de La Ternura, una obra escrita por Alfredo Sanzol y dirigida por Leyma López, en la que se luce junto a Zulema Clares, Nicole Betancourt, Diana Pou, Sandor Juan, Mario Mattei sobre el escenario de Repertorio Español, uno de los teatros hispanos más legendarios de la ciudad norteamericana.
A sus 36 años, Elías Viñoles se luce en Estados Unidos, donde tiene un futuro prometedor y donde también explora su faceta como cantante, pero no descarta la posibilidad de retomar su carrera en Argentina. “Sería un placer y sé que voy a volver a trabajar en mi país de origen. Ganas no me faltan”, cerró.