En un año los precios tuvieron aumentos superiores a la inflación. En los últimos días volvieron a incrementar en torno a un 10%

A días de la celebración de Semana Santa, los precios de las distintas especies de pescados tuvieron incrementos por encima de la inflación y el consumo se desploma a niveles alarmantes.
Según un informe publicado por la federación que nuclea a la industria pesquera, en un año los productos de mar tuvieron aumentos que oscilan entre el 77% y el 180% mientras que en la última semana registraron aumentos en torno al 10%.
El relevamiento da cuenta que en abril del 2024 el kilo de merluza costaba 5.200 pesos mientras que en 2025 subió a 11.350, por lo que el pescado más popular sufrió una suba del 118% de aumento, mientras que la inflación anual fue del 55%.
El kilo de calamar en 2024 costaba 5.200 pesos y en 12 meses pasó a valer 14.500$, un incremento del 179%. Los langostinos subieron un 77%, pasando de 7.900 el kilo a 14 mil. El salmón rosado, en tanto, pasó de 27.000 a 35.500, por lo que registró una suba del 35%.
Ante esta situación, el Observatorio de Consumo de la Fundación Latinoamericana de Sostenibilidad Pesquera (FULASP) publicó un informe que da cuenta de la drástica caída del consumo de pescados en Argentina, que en la actualidad es el más bajo de Latinoamérica.
Según el relevamiento, el país pasó de tener un consumo per cápita de 6,8 kg, pero en los últimos tres años hubo una caída un 26 %, ubicándose en 5,1 kilos anuales. Países como Chile tiene un consumo de 13 kg, Brasil 10 kg y México 8 kg. El promedio mundial supera los 20 kg por persona.
Por qué se come pescado en Semana Santa
La Semana Santa es la conmemoración cristiana anual de la pasión de Cristo, es decir, de la entrada a Jerusalén, la última cena, el viacrucis, la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret.
Durante la celebración la iglesia católica no permite comer carnes rojas en el Viernes Santo, por lo que recomienda cambiar las proteínas por pescado. Durante la celebración se invita a los creyentes a realizar una introspección y limpieza espiritual, que viene con un período de penitencia.