El gobernador Greg Abbott reafirmó su respaldo a una ley que obliga a todas las escuelas públicas de Texas a exhibir los Diez Mandamientos. Sin embargo, grupos de derechos civiles advirtieron que demandarán al estado si la norma entra en vigor, al considerar que vulnera la Primera Enmienda.
El proyecto que enfrenta a Texas con organizaciones civiles
La Texas Senate Bill 10 (SB 10) exige colocar copias visibles de los Diez Mandamientos en cada aula del sistema educativo público. El texto debe estar impreso en carteles de 40 por 50 centímetros, legibles a simple vista.
El Senado de Texas aprobó el proyecto tras aceptar cambios propuestos por la Cámara de Representantes. Ahora, la medida espera la firma del gobernador o su entrada automática en caso de inacción.
La ley también obliga a aceptar donaciones de carteles si no hay fondos para comprarlos. Además, establece que el fiscal general del estado defenderá a las escuelas en litigios, con recursos del erario.
Greg Abbott desafía las amenazas legales
Abbott anticipó que está dispuesto a litigar para sostener la medida. “Ganaremos esta batalla también”, escribió en su cuenta de X (antes Twitter). Recordó que ya defendió el monumento a los Diez Mandamientos en el Capitolio del Estado de la Estrella Solitaria.
El mandatario, exjuez de la Corte Suprema de Texas y exfiscal estatal, remarcó que en aquel caso obtuvo un fallo favorable del máximo tribunal federal. Esa experiencia fortalece su confianza en una nueva victoria judicial.
De acuerdo con Dallas News, Phil King, senador republicano y autor del proyecto, busca revertir un fallo de 1980. En ese entonces, la Corte Suprema anuló una ley de Kentucky similar. King espera que esta nueva disputa llegue al mismo tribunal.
Argumentos a favor y en contra de la SB 10 en Texas
Los defensores de la norma citan un fallo reciente que podría cambiar el enfoque legal. En 2022, el caso Kennedy v. Bremerton School District dio lugar a una doctrina que valora los antecedentes históricos de expresiones religiosas en el ámbito público.
Según ese criterio, la Corte permitió que un entrenador de fútbol rezara en el campo tras los partidos. El fallo redefinió el alcance de la cláusula constitucional sobre la separación entre Iglesia y Estado.
Mientras tanto, distintas organizaciones civiles, como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) de Texas, consideran la ley como “flagrantemente inconstitucional”. Alegan que prioriza una versión protestante de los Diez Mandamientos e impone contenidos religiosos en un ámbito laico y diverso.
Las advertencias de los grupos civiles contra Abbott
La ACLU de Texas, Americans United y otras entidades anticiparon una demanda judicial contra Abbott. Rechazan lo que definen como una imposición religiosa y un atropello a la libertad de conciencia de estudiantes y familias.
“No permitiremos que los legisladores texanos dividan a las comunidades según criterios religiosos ni intenten convertir las escuelas públicas en escuelas dominicales”, comentaron en una declaración conjunta.
“Si el gobernador Abbott promulga esta medida, presentaremos una demanda para defender los derechos fundamentales de libertad religiosa de todos los estudiantes y padres de Texas”, concluyeron.
Estas organizaciones critican que el texto afecte a comunidades religiosas diversas o no creyentes. Sostienen que obliga a niños y niñas a convivir a diario con un mensaje de fondo religioso que no comparten.
Un debate que podría llegar a la Corte Suprema
Los impulsores del proyecto esperan que la batalla legal reabra el precedente de 1980. La decisión Stone v. Graham prohibió la exhibición de los Diez Mandamientos en aulas escolares.
Ahora, los republicanos en Texas apuestan a que una mayor inclinación conservadora podría revertir ese precedente. Aunque un tribunal federal ya bloqueó una ley similar en Louisiana. El estado apeló el fallo, lo que mantiene abierta la discusión legal en otros territorios.