Mientras el conflicto en el Hospital Garrahan cada vez toma mayor trascendencia pública y aumenta la presión sobre el Gobierno por la precaria situación salarial de los médicos residentes, que reclaman por una recomposición, desde la Casa Rosada por primera vez mostraron una vocación concreta de avanzar en el diálogo pero con una condición: que los profesionales suspendan por 48 horas las medidas de fuerza y se sienten a dialogar.
Así lo pidió la viceministra de Salud, Cecilia Loccisano, quien oficia como vocera de la gestión de Javier Milei ante este tema y frente al silencio del número uno de la cartera, Mario Lugones. Dijo la funcionaria que están “la voluntad, el camino y los recursos” para destrabar la protesta.
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