El domingo pasado se votó para diputados provinciales en Misiones y una de las notas destacadas fue que miles de pequeños productores yerbateros le dieron la espalda a La Libertad Avanza (LLA), dando un giro de 180 grados respecto a 2023, cuando habían votado a Milei con creces.
La elección la ganó Sebastián Macías (Frente Renovador) con un primer puesto, con un resultado considerado flojo, apenas el 28,5% de los votos. Segundo estuvo Diego Hartfield, de LLA, que el domingo sacó un 21,8%. Milei, dos años antes, irrumpió de forma arrasadora en Misiones, provincia gobernada de forma hegemónica por la Renovación hace más de 20 años. Tercero fue Ramón Amarilla, con 19,2% de los votos, quizás el gran ganador de la jornada.
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Y, en cuarto lugar, con 9% y en lo que se consideró una resurrección notable, se ubicó Héctor “Cacho” Bárbaro, exdiputado nacional, docente y productor yerbatero, quien le debe gran parte de su renacer al impacto negativo de la política de desregulación yerbatera de Milei. Bárbaro, del Partido Agrario y Social (PAYS), literalmente, cambió el violeta por el verde de varios municipios netamente chacareros, y lo hizo con una campaña que se basó en ser la opción clara para el “que está en contra de Milei”. A Bárbaro, asociado al kirchnerismo, lo votaron muchos productores que en 2023 habían apoyado a Milei con gran entusiasmo y rechazan la figura de Cristina Kirchner.
“Ganó la voz de la chacra; es la revolución yerbatera”, dijo Bárbaro. Ganó en municipios del Alto Uruguay, como Colonia Aurora o San Vicente, con fuerte incidencia de los pequeños productores y las familias de los tareferos. Diez días antes de la votación, Karina Milei visitó Oberá para apoyar a Diego Hartfield, primer candidato oficial de la Casa Rosada en el territorio, y recibió el reproche acalorado de un grupo de tareferos y yerbateros. Descontentos por la política de desregulación del sector que redundó en precios muy bajos para la hoja verde.
La materia prima hoy se paga a 200 pesos o menos, los productores no cubren los costos y encima les dan cheques a 30, 60 y 90 días. Se estima que necesitan hoy 450 pesos para tener alguna rentabilidad. “Esto no es libre mercado, esto es esclavitud”, dijo Bárbaro, quien se distanció del kirchnerismo camporista para esta elección.
“Yo convoqué a todo el que quisiera votar en contra de Milei y su política”, le explicó a LA NACION.
Bárbaro incluso salió primero en San Pedro, Pozo Azul, Facrán, San Vicente, 25 de Mayo, Alba Posse, Salto Encantado, Ameghino, Los Helechos, Gobernador López, Dos Arroyos, Campo Ramón, todos los municipios yerbateros y de tareferos. En El Soberbio no ganó por 300 votos y en Panambí, por apenas 17.
Lo que sucedió en Misiones es una muestra de lo que podría pasar en otras zonas del país donde las economías regionales están muy castigadas por la política de dólar barato, apertura y, en el caso de la yerba, de desregulación. “La yerba mate venía bien antes de la llegada de Javier Milei, su política destruyó algo que funcionaba bien”, explicó Manfredo Seifert, productor y dirigente cooperativista de Coninagro.
Según el semáforo de Coninagro, con el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) y su potestad de fijar precios de la materia prima, la yerba era la mejor de las 19 economías regionales que monitorea mes a mes. Esto significaba que medía bien en parámetros como precios pagados al productor, exportaciones y mercado interno, y volumen producido. “La yerba mate, a pesar del gobierno de Alberto Fernández venía bastante bien en esos años, y aún así, los productores votaron masivamente a Javier Milei”, recordó Bárbaro.
Mientras que Diego Hartfield, oriundo de Oberá, municipio de gran producción yerbatera, defendió abiertamente a la Casa Rosada y su política de desregulación y cosechó un segundo puesto que dejó sabor a poco, teniendo en cuenta que en 2023 Javier Milei había arrasado en Misiones, sin visitar la provincia y sin candidatos ni militancia.
También le fue muy mal a quien se sacó una foto con Federico Sturzenegger, padre de la desregulación yerbatera: Martin Arjol, el diputado nacional. Arjol, hasta antes de la llegada de Milei y un dirigente radical, hijo de productores y reconocido defensor de la chacra, no dudó en abrazar “las ideas de la libertad” sin cortapisas, a sabiendas de que implicaba girar en 180 grados respecto de su postura histórica: defensa del INYM y la regulación yerbatera. El resultado: Arjol finalizó quinto, debajo de sus expectativas y hubiera quedado a un paso de la jubilación política si no fuera porque logró entrar a la Legislatura, ya que fue expulsado de la UCR por su cambio político.
“Martín me decepcionó con esa postura a favor de Sturzenegger y su desregulación”, admitió Cristian Klingbeil, dirigente y pequeño productor yerbatero y tealero del municipio de Guaraní. Klingbeil compartió militancia radical con Arjol y al comienzo del pase del diputado nacional a los “radicales peluca” todavía no tenía claro cuál sería su postura con el tema de la desregulación yerbatera. Pensaba, como otros, que iba a utilizar la cercanía para plantearle el mal que le hacía a los colonos con la desregulación.
Sin embargo, el sentimiento de no comulgar con el peronismo campea en general en la gente de la chacra y es fuerte: aún con la desregulación y la crisis de la yerba, el té, el tabaco y el sector forestal es alto el apoyo que aún conserva LLA. Un dato clave fue la victoria de LLA en el municipio de Andresito, con fuerte presencia de yerbateros y tareferos.
“Creo que gran parte de los yerbateros dieron vuelta su voto, salvo Andresito, aunque ahí son grandes yerbateros. Pero el pequeño, el más chiquito, se lo dio vuelta”, explicó a LA NACION Cristian Castro, diputado provincial del PAYS y uno de los políticos misioneros que más cerca estuvo de la lucha de los productores al costado de la ruta por mejores precios de la materia prima.