Gloria Camila ha alzado la voz una vez más para defenderse de las constantes polémicas familiares y pedir respeto sobre la complicada situación que atraviesa su entorno. «Yo soy la primera que está pidiendo respeto hacia el tema. Lo que pasa es que aquí ya todos se suman al carro», ha asegurado la colaboradora, dejándose ver firme y cansada ante el aluvión de opiniones externas sobre el futuro de su sobrina.
Especialmente tajante ha sido su respuesta hacia su expareja, Kiko Jiménez, quien criticó la supuesta comercialización con la menor y comparó la situación con la exposición mediática de la relación entre madre e hija. Gloria no se ha mordido la lengua: «Me da exactamente igual, no me esperaba menos», ha zanjado, dejando claro que las intervenciones de su ex no le sorprenden y que no quiere alimentar más polémicas.
Cuestionada sobre la decisión final respecto a su sobrina, la hija de Ortega Cano ha recalcado que el proceso legal requiere que sean los abogados quienes determinen el futuro de la niña y no la opinión pública ni familiares que se están pronunciando en los medios: «Los abogados, en el proceso, son los que tienen que decidir, ni Ana, ni Gemma, ni la prima, ni la tía, nadie», ha afirmado contundente. Gloria ha reiterado además que en todo momento el derecho prioritario recae en el padre de la menor: «Y el padre, que es el que más derecho tiene», subrayando así su confianza en que la justicia determine lo mejor para la pequeña.
De este modo, Gloria Camila vuelve a dejar claro su deseo de proteger la intimidad y el bienestar de su sobrina, y se desmarca de los que buscan protagonismo mediático a costa de un asunto tan delicado, mostrándose fiel a su postura de dar un paso atrás ante el ruido y priorizar el interés de la niña.