La glucosamina es un amino azúcar que el cuerpo produce de forma natural y que desempeña un papel clave en la protección y reparación del cartílago que recubre las articulaciones.
Sin embargo, con el paso del tiempo, su producción puede disminuir, lo que incrementa el riesgo de afecciones como la artrosis. Aunque se comercializa en forma de suplementos, también es posible obtenerla a partir de ciertos alimentos.
¿Qué es la glucosamina y cuál es su función?
La glucosamina es un componente estructural de los cartílagos, el tejido que impide que los huesos se rocen entre sí. Su principal función es conservar la elasticidad y funcionalidad de las articulaciones, así como contribuir a su reparación.
De acuerdo con el portal especializado MedlinePlus, la glucosamina también se utiliza en tratamientos para reducir el dolor articular y en enfermedades como la artritis reumatoide. Si bien es habitual encontrarla en suplementos, puede incorporarse a la dieta mediante ciertos productos de origen animal.
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Alimentos que contienen glucosamina
Antes de recurrir a suplementos, se recomienda priorizar fuentes naturales de glucosamina y consultar con un profesional de la salud para adaptar su consumo a las necesidades individuales. A continuación, algunos alimentos que la contienen:
- Caldo de huesos: especialmente de pollo o res, cocido durante ocho horas o más.
- Menudencia: incluye partes como orejas, hocico y tejidos articulares de animales.
- Moluscos: los mejillones y las almejas aportan cantidades significativas.
- Crustáceos: el camarón, la langosta y el cangrejo contienen glucosamina en sus cáscaras, según un artículo de la UNAM.
- Médula de res: además de contener glucosamina, es fuente de vitaminas A, K y E.

Suplementos de glucosamina: usos y combinaciones
Dado que no hay muchas fuentes alimenticias ricas en glucosamina, es común su consumo en forma de suplementos (cápsulas, polvos, comprimidos o líquidos). Muchos de estos productos se combinan con otras sustancias beneficiosas para las articulaciones, como el sulfato de condroitina o el metilsulfonilmetano (MSM).
Según el Manual de Salud MDS, la dosis diaria recomendada es de 500 mg. Sin embargo, lo ideal es priorizar la incorporación de alimentos que la contengan.
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Posibles riesgos y precauciones
Aunque la glucosamina en suplementos suele considerarse segura, puede provocar efectos secundarios como náuseas, estreñimiento o diarrea. Se deben tener en cuenta las siguientes advertencias:
- Alergia a mariscos: la mayoría de los suplementos se elaboran a partir de cáscaras de camarón. En caso de intolerancia, se deben evitar.
- Diabetes: puede influir en los niveles de glucosa en sangre. Es recomendable consultar con un médico antes de su consumo.
- Embarazo y lactancia: no existe suficiente evidencia científica que avale su seguridad durante estas etapas, por lo que su uso debe ser supervisado por un profesional.
Es fundamental recordar que antes de incorporar nuevos alimentos o suplementos a la dieta, se debe contar con el asesoramiento de un especialista en salud.

