La vía al Llano, uno de los corredores viales más importantes que conecta el centro del país con la región oriental, continúa afectada por un derrumbe que ha dejado a miles de ciudadanos y transportadores en situación de precariedad.
Este sábado 20 de septiembre, el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, visitó el km 18+600 en Chipaque, zona crítica donde se produjo el desprendimiento masivo de material. Durante su recorrido, el mandatario constató que 15 días después del incidente, los problemas de escorrentía y estabilidad de la montaña persisten, generando riesgos para los viajeros y la comunidad local.
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En un mensaje publicado en su cuenta de X, el gobernador detalló que la remoción en masa ha alcanzado el cauce del río Une, 400 metros más abajo, y que los mantenimientos de los pozos de abatimiento y canales de aguas, responsabilidad del concesionario, no se han realizado. “No se ha hecho monitoreo del movimiento rotacional por parte de expertos, ni pruebas técnicas para definir el tipo de trabajo a realizar para contener la montaña”, señaló Rey.
El mandatario enfatizó que no se puede depender indefinidamente de la vía alterna improvisada, ya que los represamientos de vehículos alcanzan más de 12 horas. Además, señaló que, independientemente del horario de aplicación del pare y siga, siempre se generarán largas filas de represamiento debido a las dificultades técnicas de la ruta habilitada temporalmente.
Ante la situación, el gobernador hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional para definir si será la concesión o la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) la encargada de ejecutar las obras de canalización y estabilización de la montaña. “Definido quién lo hará, se debe establecer un cronograma claro para ejecutar las obras y trasladar el material desprendido, estableciendo fechas tentativas de entrega de este corredor libre”, indicó.
Mientras tanto, la Gobernación y los municipios afectados implementan medidas de atención a los damnificados. Se entregan subsidios de arrendamiento y ayudas humanitarias, se garantiza transporte para que los campesinos puedan trasladar sus cosechas y se brinda apoyo en los procesos productivos. Además, se ha iniciado la recuperación de redes de acueductos veredales que resultaron afectadas por el derrumbe.
El mandatario resaltó que se ha coordinado un plan contingente para garantizar la jornada académica en las instituciones educativas públicas, así como acciones para que los viajes médicos y de transporte de pacientes no tengan restricciones dentro de la región. Sin embargo, alertó que muchos establecimientos comerciales han cerrado debido a la reducción del tráfico en Chipaque, Cáqueza, Guayabetal, Quetame, Une y otros municipios de la provincia.
“Esto no da más espera: es necesario que el Gobierno Nacional asuma el control y coordinación de esta emergencia, que sobrepasa cualquier capacidad de las entidades territoriales. A la fecha, seguimos sin obtener respuesta”, subrayó el gobernador Rey, reconociendo al mismo tiempo la labor de la alcaldesa de Chipaque, Jhoana Moreno Mora, por su coordinación con el Comité de Gestión del Riesgo y el monitoreo constante de la montaña.
Expertos en infraestructura advierten que la demora en la intervención puede agravar el riesgo de nuevos deslizamientos, afectar la movilidad de la región y generar un impacto económico en el centro del país, dado que la vía al Llano es clave para el transporte de mercancías, alimentos y pasajeros.
El llamado de Jorge Emilio Rey pone sobre la mesa la urgencia de acciones concretas y coordinadas entre la ANI, la concesión Coviandina y el Gobierno Nacional, con el fin de garantizar la seguridad de los ciudadanos, preservar la competitividad de la región y restablecer la normalidad en uno de los corredores viales más estratégicos del país.