Durante una entrevista concedida a Radio Euskadi, Ibone Bengoetxea, vicelehendakari primera del Gobierno Vasco y consejera de Cultura y Política Lingüística, advirtió sobre el riesgo de trasladar a Euskadi dinámicas de confrontación política similares a las que identifica en el panorama estatal, según consignó Europa Press. Las declaraciones de Bengoetxea tuvieron lugar en un contexto marcado por la polémica generada por los comentarios de Javier de Andrés, presidente del Partido Popular vasco, quien había anticipado lo que denominó como “el exterminio” político de EH Bildu. Estas palabras están siendo evaluadas por la propia EH Bildu, que analiza posibles acciones legales y políticas a raíz de estas afirmaciones.
De acuerdo con Europa Press, la responsable del Ejecutivo vasco instó a los actores políticos a evitar que el clima de crispación característico de la política española se extienda a Euskadi. Sostuvo que “hay que tener cuidado para que Euskadi no se contamine con la política a la española”, en alusión directa al modo de confrontación y polarización observado en el entorno político nacional. Según Bengoetxea, en el País Vasco existe otra manera de abordar la gestión pública y el debate institucional.
En sus palabras, la vicelehendakari reivindicó la tradición del debate político vasco, asegurando que suele ser reconocido incluso fuera de la comunidad autónoma, gracias a la capacidad de los representantes institucionales de debatir con rigor, buscar consensos, y respetar al adversario. Señaló que desde su perspectiva, el Gobierno Vasco practica la escucha activa de los planteamientos opositores y considera que estos pueden contribuir a la mejora de la gestión.
Europa Press recogió su advertencia sobre los efectos negativos de la polarización y el enfrentamiento continuo, destacando su evaluación de que ese tipo de dinámica ni promueve consensos, ni facilita la elaboración de propuestas constructivas, ni fortalece la confianza ciudadana en las instituciones. En ese sentido, remarcó que “el enfrentamiento permanente no genera consensos, no genera propuestas y no genera sobre todo confianza ciudadana”, haciendo hincapié en la importancia de preservar un ambiente político basado en el respeto mutuo.
Bengoetxea defendió la actitud dialogante del Gobierno Vasco, describiéndolo como un gabinete de “mano tendida”, alineado con valores diferentes de los que, según su análisis, predominan en la política estatal. Además, recordó la iniciativa planteada por el lehendakari, Imanol Pradales, al inicio de la legislatura, centrada en la regeneración democrática y la búsqueda de acuerdos y pactos, aspectos que, de acuerdo al relato de la consejera, están en sintonía con la voluntad ciudadana.
Las declaraciones se produjeron después de que el presidente del PP vasco realizara unas afirmaciones que han generado inquietud en el ámbito político vasco y han motivado que EH Bildu evalúe la posibilidad de responder por vías tanto judiciales como políticas. Según informó Europa Press, este episodio ha intensificado el debate sobre las formas aceptables de discrepancia y la importancia de preservar la calidad de la discusión en el entorno institucional de Euskadi.
A lo largo de su intervención, la vicelehendakari subrayó el valor de la diversidad de opiniones y la importancia de canalizarlas en el marco del diálogo civilizado, diferenciando el contexto vasco del que observa en otros niveles institucionales. Afirmó que la vocación del Gobierno radica en impulsar una cultura política en la que el adversario sea visto como un interlocutor válido, cuyas aportaciones enriquecen la gestión pública y favorecen la confianza social en las instituciones autonómicas.
Europa Press detalló que la propuesta de regeneración democrática mencionada por la vicelehendakari forma parte de las líneas prioritarias planteadas por el Ejecutivo vasco para la actual legislatura, con la intención de consolidar un modelo político sustentado en la negociación, el respeto y la participación de la ciudadanía en los grandes acuerdos.
La polémica en torno a las declaraciones contra EH Bildu y la posterior reacción institucional evidencian el clima de sensibilidad existente en torno al mantenimiento de la estabilidad y la calidad de la política vasca, según reflejó Europa Press en su cobertura. Mientras la formación soberanista analiza alternativas de respuesta, el Gobierno Vasco insiste en reivindicar los principios de diálogo y entendimiento como garantías para evitar el deterioro del debate público y preservar la confianza social en los representantes políticos.
