El actual conseller de Sanidad, Marciano Gómez, ha declarado como testigo en el conocido como ‘caso Osvaldos’ y ha explicado que realizó varios pagos a Sergio Blasco, exgerente del Hospital General de València y sobrino del exconseller de Sanidad y de Cooperación con el PP, Rafael Blasco, –condenado por el caso Cooperación–, en los años 2009, 2010 y 2011 por informes sanitarios sobre Perú pero desconoce las empresas investigadas en el procedimiento que le facturaron los trabajos. Ha negado el abono de ningún tipo de comisión.
Gómez estaba citado hoy a declarar, en calidad de testigo, en la Audiencia de Valencia, en el juicio que se sigue contra Sergio Blasco, su hermano –Francisco José, administrador de una empresa sanitaria– y otras nueve personas más por el desvío de fondos procedentes de contratos públicos adjudicados por el hospital entre los años 2005 y 2014.
El conseller estaba citado, a petición de la Fiscalía Anticorrupción, en la causa por haber pagado «sin justificación» –según el juez instructor– a través de dos consultoras suyas –cerradas en el año 2015– a empresas del entramado.
En concreto, según se desprende del auto de procesamiento abreviado, el conseller realizó pagos de 20.000 y de 17.400 euros a empresas de la trama a través de dos consultoras administradas por él –Vamont Consulting, encabezada por un amigo de Blasco; y Corporación Sanitaria del Mediterráneo, administrada por el hermano del exgerente–.
Durante su testimonio, el conseller ha expuesto que conoció a Sergio Blasco «de forma laboral» porque era gerente del hospital mientras él ejercía funciones de dirección general de hospitales de la Comunitat.
Ha explicado que él siempre «trataba con Sergio Blasco» y abonaba por trabajos que le solicitaba a las empresas que éste le decía: «Yo no sabía nada de esas empresas ni preguntaba por ellas porque a mí, lo que me interesaba, era la información que pedía a Sergio sobre Perú», ha dicho.
Sobre el primero de los pagos en 2009, de 5.800 euros, a una empresa de la trama, el testigo ha explicado que se debió a un informe sobre la situación sanitaria en Perú, sobre el que sus clientes pedían información.
Ha indicado que en ese momento era «público y notorio» que Sergio Blasco conocía el mercado sudamericano y le pidió el informe para guiar a sus clientes en nuevas vías de negocio. «Él me dio un informe útil, me pasó una factura de una empresa, lo pagué y ya está. Yo solo tenía interés en ese informe», ha dicho.
«Si a mí alguien me da una información, yo la tengo que pagar al igual que yo hago lo mismo con otros clientes», ha añadido, para negar que le pidiera explicaciones sobre la empresa que facturaba el trabajo.
Ha señalado que el informe, aunque no lo recuerda correctamente, probablemente se lo dio en un restaurante porque solían quedar a comer para intercambiar opiniones. «Nunca me los dio en el hospital», ha manifestado.
Interpelado por un segundo pago –de 17.400- en 2010 a otra empresa de la trama, el testigo ha indicado que el abono fue por un informe más completo del mercado sanitario peruano que también pidió a Sergio Blasco. Ha vuelto a insistir en que no sabía nada de la mercantil que facturaba el trabajo.
Por último, en 2011 una de sus mercantiles realizó otro abono de 14.750 euros a una empresa de la trama. Al respecto, el testigo ha justificado que se debió a unos trabajos y asesoramiento que «trató con Sergio Blasco».
En resumen, el conseller ha explicado que siempre se relacionó con Sergio Blasco, a quien contrató trabajos y abonó, desconociendo las empresas que facturaban. Ha negado el pago de comisiones para introducirse en el mercado sudamericano: «Eso no es cierto. Jamás he intentado salir del ámbito español y del valenciano», ha apostillado.