Google da un paso importante al integrar su asistente de inteligencia artificial Gemini en el navegador Chrome, ofreciendo esta funcionalidad de manera gratuita y ampliando sus capacidades a usuarios de Windows, Mac y Android en Estados Unidos.
La iniciativa tiene como objetivo transformar la navegación en web, optimizando la gestión de tareas, la comparación de información y el acceso a servicios como YouTube o Google Maps, mientras prepara el camino hacia una experiencia de navegación completamente inteligente y personalizada.
La llegada de Gemini a Chrome se da tras un período en el que Google superó problemas legales de competencia, reforzando así su posición en el sector.
Gemini en Chrome: una nueva forma de navegar y automatizar tareas web
La integración de Gemini permite que los usuarios cuenten con un asistente capaz de analizar varias pestañas simultáneamente, verificar el historial de navegación o incluso interactuar de forma más directa con servicios como YouTube, Calendario y Maps.
Google enfatiza que las próximas actualizaciones harán que Gemini actúe como un verdadero agente automatizador: reservar citas, realizar compras y gestionar información variada en distintas páginas, todo con instrucciones simples y control directo del usuario.
Esta asistencia automatizada también permitirá comparar productos, organizar viajes y recuperar con rapidez páginas web visitadas, solo con indicaciones escritas o verbales a Gemini. La IA puede encontrar rápidamente contenido relevante, ayudando a retomar proyectos o buscar información específica sin necesidad de ojear manualmente el historial.
Mejoras en integración, búsqueda y contexto dentro de Chrome
Gemini no solo se integra en las apps de Google, sino que ofrece acceso directo al Modo IA de Búsqueda desde la barra de direcciones del navegador. Esto proporciona respuestas más precisas y adaptadas a consultas complejas, permitiendo incluso hacer varias preguntas sucesivas sin abandonar la web en la que se encuentre el usuario.
Otro avance consiste en la contextualización: al consultar sobre la página actual, Chrome sugerirá automáticamente preguntas útiles para iniciar búsquedas y mostrará las respuestas de Gemini en un panel lateral, facilitando el acceso a la información sin interrumpir la navegación.
Google asegura que la expansión internacional de Gemini en Chrome llegará a más dispositivos y regiones próximamente, sumando versiones dedicadas para empresas mediante Google Workspace, siempre con altos estándares de seguridad y control de datos. La estrategia busca posicionar a Chrome como un navegador inteligente de nueva generación, manteniendo la privacidad y experiencia del usuario como ejes centrales.
El fallo antimonopolio ordena a Google finalizar acuerdos exclusivos
En una decisión histórica destinada a estimular la competencia en el mercado de motores de búsqueda, el juez federal estadounidense Amit Mehta resolvió que Google no tendrá que vender Chrome, pero sí deberá poner fin a los acuerdos exclusivos que lo posicionan como buscador predeterminado en dispositivos y compartir algunos datos clave de búsqueda con terceros.
El fallo representa una respuesta a la demanda antimonopolio presentada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que busca limitar el dominio de Google y abrir el mercado a nuevas alternativas tecnológicas, en medio de un contexto donde la inteligencia artificial disputa protagonismo en búsquedas y servicios digitales.
Cómo impacta la sentencia contra Google en el panorama de los buscadores
La decisión del juez Mehta obliga a Google a revertir sus contratos exclusivos ya dejar de exigir, como condición, que su motor de búsqueda sea el predeterminado en teléfonos y computadoras. No obstante, la empresa podrá seguir pagando a fabricantes para que precarguen Chrome y Gemini AI, aunque sin privilegios exclusivos de búsqueda.
El juez también ordenó a Google compartir ciertos índices y datos de interacción de usuarios con competidores, bajo la vigilancia de un comité de supervisión tecnológica durante seis años.
Según documentos del caso, el Departamento de Justicia había solicitado medidas más radicales, como escindir Chrome y el motor de código abierto Chromium, con el fin de limitar aún más el alcance de Google y evitar ventajas injustas en mercados emergentes como la inteligencia artificial. El fallo no avaló tales propuestas, pero sí remarca la importancia de impedir que las grandes tecnológicas utilicen contratos de exclusividad para bloquear la competencia.
Antecedentes y argumentos en el juicio antimonopolio a Google
La batalla legal comenzó en 2020, cuando el Departamento de Justicia argumentó que los acuerdos de exclusividad entre Google y fabricantes como Apple y Samsung perpetuaban el monopolio de su buscador en dispositivos y marginaban a la competencia. Como contrapartida, las empresas recibieron millas de millones de dólares al cambiar de privilegio a Google como motor de búsqueda predeterminado.
En 2024, tras un extenso proceso judicial, el juez Mehta concluyó que Google mantenía ilegalmente una posición dominante y entró en la fase de discusión de remedios. Google aceptó modificar sus acuerdos de exclusividad, pero se opuso firmemente a compartir sus datos o vender Chrome, alegando que ello frenaría la innovación y distorsionaría el mercado tecnológico al beneficiar artificialmente a los rivales.
Con este veredicto, Estados Unidos marca un hito en la regulación digital, anticipando nuevos desafíos sobre la transformación y el equilibrio competitivo en la era de la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías de búsqueda.