En el verano de 1958, Danny Zuko y Sandy Olsson viven un romance perfecto en la playa y creen que nunca más se volverán a ver. Pero el destino los reúne cuando Sandy es transferida al instituto Rydell High, donde Danny es el líder de los T-Birds, una pandilla de chicos rudos con chaquetas de cuero. Para mantener su reputación frente a sus amigos, Danny actúa con frialdad hacia Sandy, quien encuentra refugio entre las Pink Ladies, lideradas por la rebelde Rizzo. Entre bailes, canciones y malentendidos, ambos deberán decidir si están dispuestos a cambiar por amor: él abandonando su pose de chico malo, ella transformándose de la dulce chica buena en algo más atrevido.
El argumento de Grease, aparentemente simple, se convirtió en 1978 en el fenómeno cultural más duradero de la década. Nadie imaginaba que una película con presupuesto de 6 millones de dólares alcanzaría tal éxito. Detrás de esas melodías pegadizas y esos bailes sincronizados se escondían historias de rivalidades, accidentes, adicciones y decisiones que cambiaron para siempre la vida de sus protagonistas.
La historia comenzó en 1971, cuando Jim Jacobs y Warren Casey escribieron el musical original inspirados en sus días de secundaria en los años 50. Después de triunfar en Broadway, los productores Allan Carr y Robert Stigwood decidieron llevarlo al cine.
La búsqueda de Sandy y Danny
Antes de que Olivia Newton-John se convirtiera en Sandy Olsson, los productores consideraron a varias actrices completamente diferentes para el papel. Carrie Fisher era una de las principales candidatas que el director Randal Kleiser había considerado, pero decidió no seguir adelante al no poder determinar con certeza si tenía las habilidades vocales necesarias para el papel.
Linda Ronstadt y Marie Osmond también estuvieron en la lista de candidatas. Osmond llegó muy lejos en el proceso de selección, pero finalmente rechazó el papel cuando se enteró de que Sandy tendría que transformarse en una “chica mala” al final de la película.
La llegada de Newton-John al proyecto fue gracias a John Travolta, quien ya había sido elegido como Danny Zuko. “Son maravillosas, pero todos los hombres del mundo quieren a Olivia Newton-John como novia”, declaró a Entertainment Tonight refiriéndose a las otras candidatas. “Y lo sabía porque yo sentía lo mismo. Y dije: ‘Si no ven esto, están locos’”.
Sin embargo, convencer a la cantante australiana no fue fácil. A los 28 años, Newton-John dudaba de su capacidad para interpretar a una adolescente y tenía malos recuerdos de su experiencia cinematográfica anterior con Tomorrow, en 1970. “Me sentí avergonzada por la última película que hice y no quiero que eso vuelva a suceder”, le confesó al director de casting Joel Thurm.
La solución fue algo inédito en Hollywood: Newton-John pidió hacer una prueba de pantalla para un papel que ya le habían ofrecido. “Esa es la primera y única vez que he oído hablar de un actor o actriz que pide una prueba de cámara”, recordaba Thurm. Afortunadamente, la prueba la convenció de que podía lucir joven para el papel.
Distinto había sido el caso de Travolta: antes de que el actor se pusiera la chaqueta de cuero de Danny Zuko, los productores tenían en mente a Henry Winkler, un actor popular en ese momento en Estados Unidos gracias a la sitcom Happy Days. Winkler rechazó la oferta porque temía ser encasillado eternamente como el chico cool de campera de cuero.
“Pero de todas formas estás encasillado”, reflexionó Winkler años después en una entrevista. “Y no es que ahora piense: ‘Debería haber hecho el papel’. Es que lo rechacé por intuición, no por instinto. Haz caso a tu instinto: lo sabe todo; tu cabeza solo sabe algunas cosas. Así que me fui a casa y me tomé un jugo de naranja. Travolta se fue a casa y se compró un avión”, bromeó.
Travolta llegó al proyecto después de haber filmado Fiebre de sábado por la noche, aunque esta película aún no se había estrenado cuando comenzó el rodaje de Grease en el verano de 1977. Para el actor, que había perdido a su novia Diana Hyland por cáncer en marzo de ese mismo año, el trabajo fue necesario. “Fue una gran distracción para mí”, declaró a Vanity Fair. “Probablemente lo más saludable que pude haber hecho fue aparecer en películas consecutivas, porque estaba muy triste”.
La batalla por un hit
Jeff Conaway, quien interpretó a Kenickie Murdoch, el mejor amigo de Danny, tenía una fuerte conexión personal con el proyecto debido a que había participado en el reparto del musical de Broadway. Sin embargo, esa conexión se volvió problemática cuando Travolta decidió que quería la canción más importante de Kenickie para sí mismo.
“Greased Lightning” es uno de los números musicales más espectaculares de la película, donde los T-Birds fantasean sobre transformar su viejo auto en una máquina perfecta para impresionar a las chicas. En el taller mecánico, Danny lidera una coreografía llena de energía mientras canta sobre las mejoras que le harán al coche. La canción combina dobles sentidos, movimientos sugerentes y una celebración de la cultura automovilística de los años 50.
Originalmente, este momento estelar le correspondía a Kenickie tanto en Broadway como en el guión inicial de la película, ya que el auto era suyo. Sin embargo, Travolta convenció a los productores para que se la dieran a Danny. “Tengo que ser completamente honesto”, admitió años después a Vanity Fair. “Quería el número. Y como tenía influencia, pude conseguirlo”.
La coreógrafa Patricia Birch no estaba nada contenta con el cambio. “¡Es el número de Kenickie!”, protestó según relató a Vanity Fair. “Me molestó porque pensé que Jeff necesitaba un número. John lo hizo muy bien, pero debería haber sido Kenickie; ¡era su auto!”.
Conaway al principio se negó a ceder la canción, pero finalmente aceptó. Durante el rodaje de esa secuencia, sufrió una caída que le causó lesiones permanentes en la espalda. Los médicos le recetaron analgésicos para continuar con la producción, lo que marcó el inicio de una adicción que lo acompañaría el resto de su vida. Conaway murió de una sobredosis en 2011, a los 60 años.
Las Pink Ladies
Stockard Channing, quien interpretó a la rebelde Rizzo, era la mayor de todo el elenco con 33 años. Venció a Lucie Arnaz, hija de Lucille Ball, para conseguir el papel. Channing luchó para mantener en la película la canción “There Are Worse Things I Could Do”, que casi fue eliminada.
Los famosos chupones que Rizzo se examina en el espejo en el Frosty Palace no fueron creados con maquillaje. Stockard Channing admitió que Jeff Conaway insistió en hacérselos realmente para mayor autenticidad durante las escenas románticas.
Didi Conn (Frenchy) tenía 26 años e interpretaba a una estudiante que abandona la escuela para seguir su sueño de convertirse en estilista. Su personaje es clave en la película: es quien introduce a Sandy al grupo de las Pink Ladies y se convierte en su primera amiga verdadera en el colegio. Frenchy es el puente entre la inocencia de Sandy y la rebeldía del resto del grupo y sirve como confidente y guía durante la transformación de la protagonista.
Dinah Manoff (Marty, otra de las Pink Ladies) era una de las más jóvenes con 21 años, pero tenía un problema: no sabía bailar. Por esta razón, quedó completamente fuera de los números de danza del baile de graduación.
Accidentes, enfermedades y temperaturas extremas
El verano de 1977 en Los Ángeles fue particularmente caluroso, lo que complicó varios aspectos de la producción y desencadenó una serie de problemas médicos que casi detienen el rodaje de 44 días. La escena del baile de graduación se filmó en el gimnasio de la preparatoria Huntington Park sin aire acondicionado y con todas las ventanas cerradas por el control de sonido.
“Filmamos la gran escena de baile en el auditorio de una escuela durante un verano muy caluroso”, contó Eddie Deezen, uno de los miembros del reparto. “La escuela estaba cerrada, no había aire acondicionado y todas las puertas y ventanas tenían que permanecer cerradas por el control de la luz y el sonido. Se dice que hacía 47 °C allí dentro mientras filmábamos la escena de baile una y otra vez. Varios extras tuvieron que ser retirados por sentirse mal debido al calor”.
Las complicaciones médicas no se limitaron al calor extremo. El director Randal Kleiser sufrió una infección grave en el pie durante el rodaje de la carrera en el río Los Ángeles, una locación icónica que se ha utilizado en varias de películas de Hollywood. Este canal, que corre entre el puente de 1st Street y el viaducto de 6th Street, sirvió como escenario para persecuciones y escenas de acción en films como Terminator 2, La pistola desnuda y Rápido y Furioso 7, entre otros.
“Cuando estaba rodando en el río de Los Ángeles, hacía mucho calor, así que iba descalzo”, contó Kleiser a Bustle. “Me corté el pie, caminé por este río y al día siguiente tuve fiebre. Estábamos rodando una escena en el Frosty Palace y estaba completamente fuera de mí. Tenía 38 grados de fiebre por el corte en el pie.”
John Travolta intentó curar la infección de Kleiser usando técnicas de la Cienciología. “Estaba allí tumbado con fiebre y él me presionaba una y otra vez, y yo le decía: ‘Sí, lo noto’. ‘Gracias’. Luego se fue”, declaró Kleiser a Vanity Fair. “Al día siguiente me sentí mejor, y, por supuesto, él afirmó que fue gracias a la asistencia táctil”.
Durante la misma secuencia de la carrera, la actriz Annette Charles (“Cha Cha”) experimentó dolores insoportables por un embarazo ectópico. A pesar del dolor severo, continuó filmando, aunque se la puede ver apoyándose en los vehículos para sostenerse. Tan pronto terminó la escena, fue directamente al hospital para ser operada de urgencia.
Los secretos del vestuario más icónico
Los pantalones de cuero negro que Olivia Newton-John usa en la transformación final de Sandy se convirtieron en una de las piezas de vestuario más icónicas de la historia del cine. “Eran tan viejos, y solo había un par, así que no había margen de error. Un desgarrón podía ocasionar un desastre”, escribió Newton-John en sus memorias. “Cuando me probé esos pantalones por primera vez, el cierre estaba roto y Albert Wolsky, el diseñador de vestuario, no quería romperlos intentando poner uno nuevo o quitar el viejo. ¡En cambio, me los cosían cada mañana!”.
La rutina diaria era complicada: cada mañana, Newton-John tenía que ponerse los pantalones y el equipo de vestuario se los cosía directamente sobre su cuerpo. Al final del día, tenían que cortarlos cuidadosamente para liberarla. “Mi primer pensamiento fue: ‘¿Qué pasa si tengo ganas de orinar? ¿Qué voy a hacer?’”, recordaba la actriz.
Bajo presión
Barry Gibb, líder de los Bee Gees, compuso el tema principal “Grease” como reemplazo de último minuto. Kleiser inicialmente tenía reservas: “Escuché la letra y no me pareció apropiada para la película”, le contó a Bustle. “Así que le pregunté a Barry si le importaría cambiar la letra para que fuera un poco más ligera. Su solución fue: ‘¿Por qué no graban una escena seria?’. Bueno, no grabamos ninguna escena seria y pusimos la canción de todos modos”.
“You’re the One That I Want” fue compuesta por John Farrar en una noche de inspiración. “Llegó a mi trailer como a las 6 de la mañana porque había estado despierto toda la noche trabajando en la canción”, recordó Newton-John. “Me puso el tema y me preguntó: ‘¿Qué te parece?’. Yo dije: ‘¡Dios mío, es increíble!’”.
Una coincidencia macabra
La coincidencia más escalofriante del rodaje ocurrió el 16 de agosto de 1977, cuando el elenco filmó “Look at Me, I’m Sandra Dee”, la canción donde Rizzo se burla de Sandy durante la escena del pijama party. En esta secuencia, Stockard Channing canta con sarcasmo “Elvis, Elvis, let me be, keep that pelvis away from me” (“Elvis, Elvis, déjame en paz, mantén esa pelvis lejos de mí”), haciendo una referencia burlona al Rey del Rock and Roll y a sus famosos movimientos de cadera.
El destino quiso que exactamente ese mismo día, mientras el elenco cantaba esa línea que mencionaba a Elvis, el mismísimo Elvis Presley muriera en su mansión Graceland en Memphis, Tennessee. La noticia se difundió rápidamente por todas las cadenas de televisión y radio, llegando al set de Grease mientras aún estaban filmando.
“Salió en todas las noticias, así que todo el mundo lo sabía”, declaró Kleiser al New York Post. “Hicimos este número, y todos nos miramos como diciendo: ‘Sí, esto da miedo’”. La coincidencia resultó tan inquietante que el elenco y el equipo no pudieron evitar sentir que había algo sobrenatural en filmar una canción que se burlaba de Elvis justo el día de su muerte.
El nombre del personaje de Sandy Olsson no era casual y la canción que filmaron ese trágico día lo demuestra. Cuando Rizzo se burla de la inocencia de Sandy llamándola “Sandra Dee” hace referencia directa a la actriz Sandra Dee, quien había sido el ícono de la “chica buena” de finales de los años 50 y principios de los 60. Sandra Dee había protagonizado películas como Gidget y A Summer Place, representando el ideal de feminidad juvenil estadounidense: rubia, inocente, pulcra y virginal. Para las audiencias de 1978, esta referencia era inmediatamente reconocible como símbolo de una moralidad conservadora que contrastaba con los cambios sociales de los años 60 y 70.
A Elvis le habían ofrecido el papel del Ángel Adolescente, pero lo rechazó. El rol finalmente fue para Frankie Avalon. Ellen Travolta, hermana de John, consiguió un pequeño papel como camarera. “Recibí regalías cada 13 semanas durante 40 años. Y sólo trabajé dos días”, declaró al Spokesman-Review.
El fenómeno inesperado
Con 6 millones de presupuesto, Grease recaudó 160 millones de dólares en taquilla doméstica y se convirtió en la película más taquillera de 1978. Recibió solo una nominación al Oscar, por “Hopelessly Devoted to You”, un tema que canta Newton-John.
Cuarenta y cinco años después, Grease sigue siendo una referencia cultural constante y así demostró que a veces los éxitos más duraderos surgen de las combinaciones más improbables.