El gobernador de Texas, Greg Abbott, enfrentó públicamente a su par de Illinois, JB Pritzker. El demócrata había acusado al gobierno de Donald Trump de enviar sin aviso a 400 miembros de la Guardia Nacional del Estado de la Estrella Solitaria a distintas jurisdicciones estadounidenses, incluidos el Estado de la Pradera y Oregon. La decisión, ordenada por el presidente de EE.UU., intensificó la tensión entre ambos mandatarios y reavivó el debate sobre el uso de tropas estatales en operaciones federales.
Abbott vs. JB Pritzker: el despliegue de la Guardia Nacional de Texas desata conflicto entre gobernadores
Según informó el secretario de Defensa, Pete Hegseth, las órdenes presidenciales entraron en vigor el domingo por la noche, con un plazo inicial de 60 días y posibilidad de extensión “donde sea necesario”, como en Chicago y Portland, informó Texas Tribune.
El objetivo oficial del despliegue es “garantizar la seguridad de los funcionarios federales”, tras semanas de enfrentamientos entre agentes y manifestantes frente a instalaciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
En Illinois, las tensiones aumentaron durante el fin de semana, cuando agentes federales “dispararon tiros defensivos” contra una mujer armada luego de que varios vehículos “acorralaran” a una patrulla. Según Newsweek, la Fiscalía Federal del Distrito Norte de Illinois informó que Marimar Martínez, de 30 años, resultó herida y fue acusada junto a Anthony Ian Santos Ruiz, de 21 años, por atacar e interferir con agentes federales.
Oregon, también gobernado por los demócratas, presentó una demanda contra la medida y obtuvo una orden judicial temporal que bloqueó el envío de tropas a Portland por presunta violación de la Constitución y de la ley federal.
JB Pritzker denuncia “la invasión de Trump” y critica el envío de tropas sin coordinación federal
Tal como recabó Fox News, la reacción del gobernador de Illinois no tardó en llegar. “Ningún funcionario del gobierno federal me llamó directamente para discutirlo o coordinarlo”, expresó Pritzker en X. El mandatario calificó la medida como “la invasión de Trump” y sostuvo que “comenzó con agentes federales, pronto incluirá el despliegue de miembros federalizados de la Guardia Nacional de Illinois”.
En su mensaje, el gobernador pidió a Abbott “retirar de inmediato cualquier apoyo a esta decisión y negarse a coordinarla”. Además, agregó que “no hay razón para que un presidente envíe tropas militares a un estado soberano sin su conocimiento, consentimiento ni cooperación”.
Pritzker denunció además el uso político de las fuerzas armadas: “Los valientes hombres y mujeres que sirven en nuestra guardia nacional no deben ser utilizados como apoyo político. Este es el momento en que todos los estadounidenses deben alzar la voz y ayudar a detener esta locura”.
La respuesta de Abbott a JB Pritzker y su defensa al envío de tropas de Texas
Desde Texas, Abbott respondió a las críticas de su par demócrata. En su publicación en X, el gobernador aseguró: “Autoricé plenamente al Presidente a movilizar a 400 miembros de la Guardia Nacional de Texas para garantizar la seguridad de los funcionarios federales”.
Así, agregó: “Se puede garantizar plenamente la protección de los empleados federales o dejar que la Guardia Nacional de Texas se encargue. Ninguna Guardia puede igualar el entrenamiento, la habilidad y la experiencia de la Guardia Nacional de Texas”. A su vez, subrayó que el estado “todavía cuenta con miles de miembros de la Guardia Nacional que asisten a la seguridad fronteriza”.
Choque político entre Texas e Illinois por el despliegue federal y las protestas en Chicago y Portland
El enfrentamiento entre ambos gobernadores reflejó el creciente choque entre estados republicanos y demócratas sobre las políticas migratorias y el rol de las fuerzas federales. La Casa Blanca, a través de su portavoz Abigail Jackson, afirmó que el presidente Trump “no ignorará la anarquía que asola las ciudades estadounidenses” y justificó el despliegue de los guardias nacionales “en medio de disturbios violentos y anarquía que líderes locales como Pritzker se han negado a sofocar”.
Tensión creciente y posibles demandas judiciales contra la orden de despliegue militar en Oregon e Illinois
Pritzker anticipó que Illinois evaluará medidas judiciales para frenar la decisión, aunque advirtió que las tensiones podrían seguir en incremento mientras las patrullas federales mantengan su presencia en las calles. En Chicago, Portland y otras ciudades, las protestas continuaron y derivaron en nuevas detenciones y enfrentamientos.